Jueves 2 de noviembre de 2023. Fieles Difuntos

Juan 11,17-27

"Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá

17 Cuando Jesús llegó, se encontró con que Lázaro estaba sepultado desde hacía cuatro días. 18 Betania distaba de Jerusalén sólo unos tres kilómetros.19 Muchos judíos habían ido a consolar a Marta y a María, por la muerte de su hermano. 20 Al enterarse de que Jesús llegaba, Marta salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa. 21 Marta dijo a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. 22 Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas". 23 Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará". 24 Marta le respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día". 25 Jesús le dijo: "Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá;  26 y todo el que vive y cree en mí,  no morirá jamás. ¿Crees esto?".  27 Ella le respondió: "Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo".

Reflexión.

Traigamos a nuestra oración a nuestros seres queridos que han partido … recordemos sus rostros … pronunciemos sus nombres … recordemos los momentos de dolor vividos en su tránsito a la otra vida … nuestras oraciones para que no se fueran … Reflexionemos nuevamente sobre esta promesa de Jesús: “El que cree en mí nunca muere” …    ¡Ellos no han muerto! … ¡Viven! … ¿Creemos esto? … Jesús es la resurrección y la vida … Le pedimos hoy al Señor empaparnos de su palabra … que aumente nuestra fe en quien venció a la muerte para darnos la mayor esperanza: ¡la vida eterna! … Gracias, Señor.

Coloquio.

Señor Jesús, como a Marta, nos acompañas y nos consuelas y nos enseñas. Todos tenemos seres queridos que han partido de esta vida. Que hermosas y consoladoras son tus palabras. Gracias por aclararnos que contigo no hay muerte. Que tu la venciste y que es solo un cambio de vida, porque creyendo y viviendo en ti, aunque uno muera, se sigue viviendo eternamente. Esa realidad es en todos los que nos preceden en el peregrinar de esta vida a la siguiente. Gracias, Señor.