Martes 13 de junio de 2023. San Antonio de Padua

Mateo 5.13-16

«Ustedes son la luz del mundo»

13 Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres. 14 Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. 15 Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. 16 Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.

Reflexión.

Pensemos en aquellas personas a quienes hemos ayudado. En aquellas pequeñas o grandes obras donde hemos participado y hemos sido luz para otro. En los rostros de quienes algunas veces nos han dicho: “¡gracias!”. Pensemos en cómo esas obras pueden multiplicarse si entusiasmamos a otros. En los frutos de esas buenas acciones si fuéramos muchos.

¿Qué sentimos? ¿Cómo contagiar? ¿Cómo dar a conocer con humildad lo que puede ser más luz, más Reino construido? ¿Cómo hacer que estas obras más extendidas sean más gloria del Padre?

Coloquio.

Señor Jesús, confías en nosotros. Confías en que nuestras vidas sean capaces de entusiasmar, para que otros vivan los valores del Evangelio. Así como nosotros nos hemos contagiado contigo. Tu has dado sabor a nuestra existencia, has sido la sal que ha impregnado de amor y servicio nuestra forma de vivir. Confía, Señor, que nosotros sabremos también darle sabor a la vida de otros. Tu has venido a iluminar nuestras oscuridades, has venido a disipar las tinieblas del egoísmo y los rencores. Has traído la luz de la solidaridad y la fraternidad a nuestra vida y a la de nuestro entorno. Todo ha brillado con tu amor y tu misericordia. Con tu luz, Señor, iluminaremos el mundo y lo haremos, poco a poco, una sociedad que sea cada día mas reflejo del Reino soñado por el Padre. Amén