Sábado 8 de abril de 2023. Vigilia Pascual. Sábado Santo. San Dionisio 

Mateo 28. 1-10

Resurrección de Jesús según san Mateo

Pasado el sábado, cuando al anochecer comenzaba el primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. De pronto hubo un fuerte temblor de tierra, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra que lo tapaba y se sentó sobre ella. El ángel brillaba como un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve. Al verlo, los soldados temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel dijo a las mujeres:

—No tengan miedo. Yo sé que están buscando a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, sino que ha resucitado, como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron. Vayan pronto y digan a los discípulos: ‘Ha resucitado, y va a Galilea para reunirlos de nuevo; allí lo verán.’ Esto es lo que yo tenía que decirles.

Las mujeres se fueron rápidamente del sepulcro, con miedo y mucha alegría a la vez, y corrieron a llevar la noticia a los discípulos. En eso, Jesús se presentó ante ellas y las saludó. Ellas se acercaron a Jesús y lo adoraron, abrazándole los pies, y él les dijo:

—No tengan miedo. Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y que allá me verán.

Reflexión.

Jesús venció a la muerte… ¡resucitó! … pensemos en los signos de muerte en nuestra vida … nuestras angustias … nuestros problemas … nuestros temores … ¡no existen! … Con Jesús se acaban … la vida es más que la muerte … la vida plena … la vida feliz.  Todas las angustias se quedan en un sepulcro que está vacío … la oscuridad fue vencida por la luz … la luz de Jesús.  ¡¡Es Jesús a quien amamos y seguimos el que se nos presenta en nuestras vidas como verdadero Dios, resucitado!! … ¿Qué sentimos? …


Coloquio.

Señor Jesús, ¡qué alegría más grande! … Tu vives por siempre. Nos imaginamos como se sentían las mujeres que fueron las primeras en recibir la noticia si nosotros con el tiempo todavía nos sigue iluminando el alma, saber que contigo la muerte está derrotada, la luz venció a las tinieblas, el amor es más que el odio, el perdón le gana al rencor, la solidaridad vence al egoísmo. Que alegría poder participar y comunicar esta buena noticia. Gracias, Jesús, gracias porque de verdad eres el Cristo que nos libera de las ataduras del pecado y vuelve a abrir las puertas del paraíso, el cual es ahora nuestra meta final, donde contigo gozaremos por siempre de la compañía del Padre y del Espíritu Santo cuando pasemos de esta vida a la eternidad. Amén