Viernes 2 de septiembre de 2022. San Moisés

Lucas 5, 33-39

Vino nuevo en odres viejos

33 Luego le dijeron: "Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y hacen oración, lo mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los tuyos comen y beben". 34 Jesús les contestó: "¿Ustedes pretenden hacer ayunar a los amigos del esposo mientras él está con ellos? 35 Llegará el momento en que el esposo les será quitado; entonces tendrán que ayunar". 36 Les hizo además esta comparación: "Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque se romperá el nuevo, y el pedazo sacado a este no quedará bien en el vestido viejo. 37 Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres; entonces el vino se derramará y los odres ya no servirán más. 38 ¡A vino nuevo, odres nuevos! 39 Nadie, después de haber gustado el vino viejo, quiere vino nuevo, porque dice: El añejo es mejor".

Reflexión.

Recordemos los momentos de mayor intimidad con el Señor ... Ese retiro ... esa oración ... ese paisaje ... ¿qué sentía? ... ¿no eran momentos de fiesta espiritual? …Pensemos en lo que el Señor nos pide … los cambios en nuestra vida ... En aquellas cosas que debemos y queremos cambiar ... ¿cómo es ese cambio? ... Un cambio parcial sería como un parche al vestido viejo. Ayúdanos a cambios radicales, Señor. A tener vinos nuevos y envases nuevos. .... A renacer a vida nueva ... ¿Cuál es ese cambio? .. ¿Qué podremos cambiar en nuestra forma de vivir? ...Gracias, Señor.


Coloquio.

Señor Jesús, estamos felices contigo en nuestras vidas. Estamos de fiesta contigo, Señor, ¿por qué privarnos de la alegría de tu presencia en nosotros? Si no te tuviéramos, sería luto y ayuno. Pero te sentimos presente con tus valores y tu propuesta de vida nueva. Queremos cambiar nuestra vida con la que tu ofreces. Pero un cambio radical, no queremos remendar el pasado que nos enreda. Queremos que nuestra vida sea un vestido nuevo de amor, perdón y servicio que reemplace al vestido viejo de egoísmos, rencores y abusos. Pero queremos un cambio total, no parcial. Queremos que habites en nosotros, que seas el vino nuevo que viene a reemplazar al viejo. Pero para que habites en nosotros, necesitamos que nuestra vida sea también nueva. Cambiaremos, Señor, nuestros principios serán los tuyos, para que así la novedad de evangelio sea como vino nuevo en odres nuevos. Amén