Miércoles 29 de marzo de 2023. Santa Gladys

Juan 8.31-42

Serán realmente libres

31 Jesús dijo a aquellos judíos que habían creído en él: "Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos: 32 conocerán la verdad y la verdad los hará libres". 33 Ellos le respondieron: "Somos descendientes de Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir entonces: “Ustedes serán libres”?”? 34 Jesús les respondió: "Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado. 35 El esclavo no permanece para siempre en la casa; el hijo, en cambio, permanece para siempre. 36 Por eso, si el Hijo los libera, ustedes serán realmente libres. 37 Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes. 38 Yo digo lo que he visto junto a mi Padre, y ustedes hacen lo que han aprendido de su padre".39 Ellos le replicaron: "Nuestro padre es Abraham". Y Jesús les dijo: "Si ustedes fueran hijos de Abraham, obrarían como él. 40 Pero ahora quieren matarme a mí, al hombre que les dice la verdad que ha oído de Dios. Abraham no hizo eso. 41 Pero ustedes obran como su padre". Ellos le dijeron: "Nosotros no hemos nacido de la prostitución; tenemos un solo Padre, que es Dios". Jesús prosiguió: 42 "Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque yo he salido de Dios y vengo de él. No he venido por mí mismo, sino que él me envió.

Reflexión.

¿Y nosotros, nos sentimos realmente libres? … ¿En qué aspectos de nuestra vida hemos perdido libertad? … ¿A qué nos sentimos atados? ... ¿dónde hay faltas de verdad que nos impiden actuar libremente? … ¿qué aspectos del evangelio son verdadera buena noticia para nuestra vida? … ¿con qué palabra de Jesús nos sentimos liberados? … Le pedimos hoy a Jesús la gracia de sentir su amor liberador … especialmente en las faltas de nuestro pasado … ¿quién no las tiene? … Que El nos libere de ellas … se las presentamos y rompemos esas cadenas que nos atan … Gracias Señor 

Coloquio.

Gracias, Señor, por regalarnos la libertad, Gracias por enviarnos a tu Hijo  para que nos comunique lo que Tu quieres para nosotros. Cuando nos alejamos de Ti, comenzamos a caer en las ataduras del demonio. Comenzamos a ser más egoístas y menos fraternos. Cuando nos alejamos de Ti, nos cuesta más amar, perdonar y servir. Mándanos, Padre, tu Espíritu para que nos anime a romper las cadenas del pecado, y así liberarnos de la esclavitud del maligno. Para que nos ayude a seguir la enseñanza de tu HIjo, Jesús, quien desde el evangelio nos invita a ser felices, amando y perdonando como El lo hacía. Sirviéndonos unos a otros como El lo hacía, y así, paso a paso, ir construyendo en nuestra sociedad el Reino de la verdad y la justicia que tu anhelas, Señor, Amén