Martes 21 de marzo de 2023. San Clemente

Juan 5. 1-3ª 5-18

Aquel hombre quedó sano

Después de esto, se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén.  Junto a la puerta de las Ovejas, en Jerusalén, hay una piscina llamada en hebreo Betsata, que tiene cinco pórticos.  Bajo estos pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, lisiados y paralíticos, que esperaban la agitación del agua.  

Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años.  Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó: "¿Quieres curarte?".  

Él respondió: "Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes".  

Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y camina". 

En seguida el hombre se curó, tomó su camilla y empezó a caminar. 

Era un sábado, y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser curado: "Es sábado. No te está permitido llevar tu camilla". Él les respondió: "El que me curó me dijo: "Toma tu camilla y camina"". Ellos le preguntaron: "¿Quién es ese hombre que te dijo: "Toma tu camilla y camina"?". 

Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido entre la multitud que estaba allí. 

Después, Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: "Has sido curado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía". 

El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. Ellos atacaban a Jesús, porque hacía esas cosas en sábado. 

Él les respondió: "Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo". Pero para los judíos esta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre.

Reflexión.

Contemplamos la escena… al hombre enfermo esperando mucho tiempo un milagro… Jesús aparece cualquier día, incluso un sábado… le sana… le libera de su mal… le aconseja que no vuelva a pecar … ¿Algo que ver con alguien que conocemos? ... ¿En qué se puede parecer a algún pasaje de nuestra vida? … Damos gracias hoy al Señor por intervenir en nuestra vida sin que se lo pidamos, independiente de las regulaciones humanas.  

Coloquio.

Gracias, Señor, por curar nuestras dolencias, por liberarnos de nuestras limitaciones que  nos invalidan. Gracias porque tu sanación es perdón. Aquellas situaciones que arrastramos por largo tiempo tu las perdonas y las sanas. Gracias por hacer con nosotros lo que nadie hace. Gracias por amarnos tanto y por ayudarnos para que tengamos vida plena, aunque ello sea en sábado. Gracias porque para ti, la salud del cuerpo y del alma están por sobre toda regla.