Domingo 21 de enero de 2024. Tercero del Tiempo Ordinario. Santa Inés

Marcos 1,14-20

"Síganme, y yo los haré pescadores de hombres"

14 Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: 15 "El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia". 16 Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores. 17 Jesús les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres". 18 Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron. 19 Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó, 20 y ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron

Reflexión.

¿Qué significa para nosotros que el Reino de Dios esté cerca? … ¿Qué es para nosotros el Reino de Dios? … Imaginemos que Jesús pasa por donde trabajamos, estudiamos o vivimos y que nos llama personalmente diciéndonos “Sígueme” … ¿qué sentimos? … ¿podemos decirle que no? … ¿qué objeciones tendríamos? … ¿qué entendemos hoy con esa invitación? …  seguirlo … dejar nuestras otras prioridades … y seguirlo … ¿A dónde? … ¿a qué? …  ¿cómo?

Coloquio.

Señor, nos invitas a unirnos a ti en tu proyecto de anunciar el Reino de Dios.  Nos llamas a seguirte. Aquí estamos, aceptando tu propuesta. Queremos seguirte, ser parte de tu proyecto. Lo haremos desde nuestra vida, desde nuestros ambientes cotidianos. Te seguiremos desde nuestras familias, nuestros trabajos y actividades cotidianas. Te seguiremos desde nuestras comunidades y desde nuestros grupos de amistades. Anunciaremos el Reino de Dios viviendo más fraternalmente amando y perdonando insistentemente. Sirviendo a quienes necesitan y compartiendo tus regalos en nuestra vida. Ayúdanos a ser fieles a esta intención de seguirte, Señor. Contigo será posible. Gracias por fijarte en nosotros y convocarnos. Cuenta con nosotros. Amén