Reflexión.

¿Cuáles serán nuestros apegos? … ¿Qué nos cuesta compartir? … Pensemos en aquellas cosas o personas por las que sentimos afecto y apego y que nos alejan de Dios. Se las ofrecemos al Señor. ¿Qué? … ¿Quiénes? … ¿cómo comenzar a desprendernos de lo que nos aleja de Dios para ser plenamente libres y felices? … Los afectos desordenados son aquellos que no nos llevan hacia Dios, hacia más amar y servir… ¿cuáles serán en nuestro caso?

Coloquio.

Señor Jesús, queremos ir contigo y seguirte. Tu proyecto de vida nos entusiasma. Amar, perdonar y servir. Ese es tu llamado y con ello conseguimos una vida eterna junto a Ti y al padre Dios. Nos pides renunciar a todo lo que consideramos nuestro. Toma, Señor, recibe todo lo que nos has concedido. Recibe nuestra libertad, nuestra capacidad intelectual, nuestra memoria y entendimiento. Recibe también todas nuestras acciones que hacemos con voluntad. Ponemos a tu disposición, todo lo que tenemos y poseemos. Todo eso lo hemos recibido gratuitamente, lo ponemos allí para que dispongas de ello a tu voluntad y nosotros la llevaremos a cabo. Permítenos quedarnos solamente con tu amor y estar en tu gracia, pues eso nos basta para ser felices y tener una vida plena aquí, ahora y eternamente en la vida futura. Amén.