Comentario.

Jesús nos invita a pedir y buscar a Dios con confianza y fe, y promete que recibiremos lo que necesitamos. Nos recuerda que Dios es un padre amoroso que nos da lo que es bueno para nosotros, y nos anima a confiar en su amor y su sabiduría. Además, Jesús nos pide que tratemos a los demás como nos gustaría que nos traten a nosotros, y que hagamos a los demás lo que nos gustaría que nos hicieran. Esta es una enseñanza importante sobre la empatía y la compasión, y nos invita a tratar a los demás con respeto y amor, incluso cuando no están de acuerdo con nosotros o nos tratan mal. 

Reflexión.

¿Qué le pedimos hoy al Señor? … ¿Qué es lo que más buscamos? … ¿qué puertas tocamos con esperanza? .   … Contemplemos a nuestros seres más cercanos, familiares, amigos, hermanos … ¿qué nos piden? … ¿qué buscan en nosotros? … ¿para qué golpean nuestra puerta? … ¿Cómo responderles?  Le pedimos al Señor nos ayude a ser como El, compasivo, generoso, amoroso con quienes le rodean.

Coloquio.

Señor Jesús, al contemplar nuestras vidas nos encontramos con tanto regalo tuyo. Todo lo que somos, todo lo  que tenemos y lo que hemos logrados, lo que pensamos y sentimos, nuestras capacidades y libertades, han sido regalos tuyos, muy valiosos y podríamos retornártelos. Sin embargo, lo más preciado, que queremos dejarlo con nosotros, es tu amor. Te pedimos hoy que podamos siempre sentir tu amor, sentir que nos lo regalas porque Tú lo quieres, porque nos prefieres. Sabemos que lo haces, te pedimos que nos ayudes a sentirlo y que ello sea el centro de nuestras vidas. Que nos ayudes a buscar siempre tu voluntad en nuestras decisiones y de esa forma actuar como Tú, siendo compasivos como Tú, siendo generosos como Tú, amando y perdonando como Tú. Si todos lo logramos, nuestra sociedad estará cada día más cerca del Reino soñado por el Padre Dios. Amén.