Jueves 13 de abril de 2023. Octava de Pascua. San Martín I, papa

Lucas 24. 35-48

El Mesías resucitará al tercer día

35 Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. 36 Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". 37 Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, 38 pero Jesús les preguntó: "¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? 39 Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo". 40 Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. 41 Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: "¿Tienen aquí algo para comer?". 42 Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; 43 él lo tomó y lo comió delante de todos. 44 Después les dijo: "Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos". 45 Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, 46 y añadió: "Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, 47 y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. 48 Ustedes son testigos de todo esto 


Reflexión.

El Señor nos dice “Paz a ustedes” ... Nos desea la paz, nos envía su paz ... Nos  pregunta por el motivo de nuestra  turbación, ¿porqué tenemos dudas?. ¿cuáles son nuestras dudas?. ... se las contamos a Jesús ... Los apóstoles creyeron al verlo. Nosotros creemos sin verlo, por el testimonio de ellos. 

¿Sentimos y creo de verdad que Jesús resucitó? … ¿cuándo y cómo hemos dado testimonio de ello? ¿a quienes?



Coloquio.

Señor Jesús, apareces en nuestras vidas sorpresivamente, cuando ya no te esperamos, cuando todo es complejo y nos cuesta avanzar. Apareces en medio de las crisis que nos rodean, en medio de la enfermedad y la muerte. En medio de la desconfianza y de las injusticias sociales. En medio de los problemas económicos y del hambre. En medio de colusiones y abusos. En medio de odios y rencores. Allí en medio de nuestro mundo convulsionado, apareces tu invitando a pacificarnos. Sin ti, es muy difícil. Sin tu presencia esa paz no es posible. Gracias por estar aquí con nosotros, resucitado para recordar todo lo que está escrito de tu propuesta de vida. Nos invitas a seguir tu vida, desear el bien, a actuar fraternalmente, a perdonar, a servir solidariamente. Nos invitas a anteponer el amor como tú lo hiciste. Contigo resucitado, resucitan nuestras esperanzas de que eso es posible. Gracias, Señor, por estar con nosotros, por aparecerte en nuestra convulsionada existencia. Gracias