Domingo 3 de julio de 2022. Décimo Cuarto domingo del tiempo ordinario. Santo Tomás

Lucas 10,1-12. 17-20

Los obreros son pocos

11 Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. 2 Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. 3 ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. 4 No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino. 5 Al entrar en una casa, digan primero: "¡Que descienda la paz sobre esta casa!". 6 Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. 7 Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. 8 En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; 9 curen a sus enfermos y digan a la gente: "El Reino de Dios está cerca de ustedes". 10 Pero en todas las ciudades donde entren y no los reciban, salgan a las plazas y digan: 11 "¡Hasta el polvo de esta ciudad que se ha adherido a nuestros pies, lo sacudimos sobre ustedes! Sepan, sin embargo, que el Reino de Dios está cerca". 12 Les aseguro que en aquel Día, Sodoma será tratada menos rigurosamente que esa ciudad. 17 Los setenta y dos volvieron y le dijeron llenos de gozo: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre". 18 Él les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 19 Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos. 20 No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo".

Reflexión.

Repaso las recomendaciones de Jesús y las aplico a mi vida apostólica, la cotidiana ... mi apostolado familiar … mi apostolado laboral … comunitario … social … con mis amigos … con los más necesitados. Con todos ellos estoy llamado a llevar una Buena Noticia … Algo que les llevará paz … que les calmará, que espantará a los problemas y angustias que envía el mal espíritu. ¿por donde empezar? … ¿con quienes? … Una conversación amorosa, misericordiosa … que sientan mi cariño y que sientan que el perdón es posible puede ser un buen camino. Ánimo, lograremos espantar demonios si propiciamos el amor y la misericordia entre todos. Allí hay una misión hermosa. Podemos llevarla a cabo juntos con otros que sientan el mismo ánimo. Busquémoslo y salgamos como los setenta y dos a comunicar que Dios está aquí …

Coloquio.

Señor, nos envías en misión para preparar a otros a recibirte. Vamos de a dos. Vamos por los caminos de la vida deseando la paz a todos. Paz a nuestras familias, paz para nuestras comunidades, paz para nuestras amistades, ciudades y países donde vivimos. Estamos en época en que necesitamos mucho propiciar la paz en todos los aspectos de nuestras vidas, de nuestras sociedades. Algunos nos acogerán y otros nos rechazarán. Incluso para ellos el Reino de Dios se acerca porque el Padre misericordioso ama a todos por igual, sin excepciones y privilegios. Comprobaremos que quienes acojan el llamado a la paz, al mismo tiempo irán desapareciendo sus dolencias, irán curándose de las enfermedades del mal espíritu: sanarán de sus rencores, de sus egoísmos y de su dureza. Sentirán el alivio que significa amarse y perdonarse. Sentirán el dulce sabor de ser portadores de ayuda mutua y fraternidad. Ya nos imaginamos cuando volvamos de esta misión y compartamos con alegría como el reino de Dios se ha ido extendiendo cada día un poco más. Y felices también, por la alegría que en los cielos provocamos en Dios Padre que comprueba como su voluntad se va haciendo entre nosotros. Amén