Lunes 12 de diciembre de 2022. Nuestra Sra. De Guadalupe, Patrona de Latino América

Lucas 1,39-45

Bendita tú entre todas las mujeres

39 En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. 40 Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. 41 Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, 42 exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! 43 ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? 44 Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. 45 Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor". 46 María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor,47 y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,48 porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz

Reflexión.

¿Qué cosas hemos sentido como obra de Dios en nuestra vida? … ¿Dónde el Señor ha actuado en nuestra historia? … ¿Cuándo hemos sentido su presencia y que El se ha fijado en nosotros? … ¿Cuándo hemos sentido la felicidad de estar en su gracia, de que El esté contento con nosotros? Proclamemos también lo grande que es el Señor y cuan feliz es nuestra alma cuando El ha estado con nosotros … ¿Cómo podríamos expresar esa felicidad? … Intentemos una oración de agradecimiento para El … ¿Cuál sería?

Coloquio.

Mamita María, compartimos tu alegría. Y contigo la alegría de nuestras mamitas terrenales, ya sea que estén en este mundo o ya estén en el cielo. Tu eres nuestra mamita celestial, el Señor está contigo y tu, con El, estás con nosotros. Te presentamos nuestras preocupaciones, nuestras inquietudes, nuestras penas, para que tu nos ayudes, nos consueles y nos animes. Sentimos tu presencia en nuestras vidas y eso nos llena de gozo, como todo niño y niña que ante cualquier problema busca a su mamá. Confiamos en ti, porque Dios te ha bendecido más que a todos y todas, obrando en ti la maravilla de engendrar y cobijar a Jesucito, nuestro salvador, el Mesías, quien nos trae la Buena Noticia de Dios Padre. Gracias, mamita, por decir que "si". Gracias por aceptar esa hermosa misión, gracias por aceptar ser la mamá de Jesús, nuestro Señor y con ello nuestra mamá. Tu, que eres parte de la corte celestial, te pedimos que ruegues por nosotros, siempre, en todo momento, lo necesitamos, Necesitamos tu humildad, tu disponibilidad y tu amor. Ruega por nosotros, por nuestras preocupaciones de hoy. Y muy especialmente, te pedimos, que cuando nos toque emprender el viaje a la eternidad, nos acompañes, para llegar tomados de tu mano a la presencia del Padre misericordioso y contigo entrar en el Reino eterno. Amén.