Mateo 23,23-26

Practiquen la justicia

23 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del hinojo y del comino, y descuidan lo esencial de la Ley: la justicia, ¡la misericordia y la fidelidad! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello. 24 ¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello!  25 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y desenfreno! 26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por fuera.

Reflexión.

La justicia, la misericordia y la fidelidad. … Repasemos nuestra vida reciente... ¿Dónde hemos participado en injusticias?  ... ¿con quién?  ... Recordemos cuándo hemos fallado en perdonar de corazón... ¿con quién? ...  ¿Cuándo hemos tenido dudas de fe? ... ¿En qué situaciones? … Nos dejamos llenar por la misericordia divina... perdón Señor... Y ahora... ¿qué hacer?

Coloquio.

Señor, ayúdanos a no quedarnos solo con las prácticas religiosas, sino que, además, no descuidemos lo que para ti es esencial: la justicia, la misericordia y la fidelidad. Que nuestras decisiones y acciones estén siempre gobernadas por un incondicional apego a la justicia, que nadie pueda sentirse tratado injustamente por nuestros actos. Que respondamos siempre a los ataques o acciones en nuestra contra con un criterio de perdón en lugar de venganza y que deseemos siempre el bien, sobre todo a quienes nos puedan hacer el mal. Que seamos consecuentes con la palabra empeñada con nuestros hermanos y hermanas, siendo fieles a lo que comprometimos. Ayúdanos a reconocer cuando hemos actuado injustamente o sin misericordia o con infidelidad para poder corregir a tiempo y subsanar el daño que hayamos causado. Amén.