Reflexión.

Recordemos nuestras penas, … nuestras angustias. … El Señor nos pide que las dejemos de lado,  “no se angustien ustedes” … que tengamos fe y esperanza de que viviremos eternamente junto a El. … ¿qué de lo que Jesús nos enseñó nos hace vivir felices? …  ¿Qué parte de la Buena Noticia nos llega al corazón animándonos? … ¿cómo sentimos que Jesús nos enseña a superar nuestras angustias? … ¿qué nos falta para ponerlo en práctica y empezar ya  a vivir en la casa del Padre? … desde ahora.  Meditemos sobre que Jesús es el camino … ¿Camino a donde? …  Reflexionemos sobre que Jesús es la verdad…  Pensemos también sobre que Jesús es  vida …  Jesús es el camino la verdad y la vida … ¿qué nos sugieren estas frases? … ¿Cómo se aplican en nuestra vida?

Coloquio.

Señor, Jesús. En momentos de tanta incertidumbre. Cuando nuestro convivir social esta tan tensionado. Cuando las desconfianzas llegan a tantos rincones de nuestra sociedad. Nos llamas a no inquietarnos. Nos regalas tu paz y nos pides que creamos en Ti, que creamos en Dios, que el Señor está con nosotros, que sufre con nosotros y se inquieta con nosotros. Que no estamos huérfanos, que no deambulamos en una existencia sin sentido. No somos vagabundos sin hogar. Tenemos una habitación con nuestro nombre en la puerta en la casa del Padre. Jesús la está acomodando para recibirnos allí por siempre. La casa del Padre es y será nuestra, donde conviviremos eternamente contigo y con el Padre y con todos los que partieron antes.  El camino a su casa es claro: tu, Señor Jesús. Tu proyecto, tu estilo de vida son el Camino, la Verdad y la Vida. Contigo llegamos seguro al Padre, a hacer su voluntad ahora y siempre. Gracias, Jesús por mostrarnos ese camino a la felicidad y a la eternidad. Gracias, Señor