Salmo 138(137), 1-3, 6-7a, 7c-8
"Acción de Gracias Sincera al Dios que Salva y Exalta al Humilde"
“1 Te doy gracias, Señor, de todo corazón, porque escuchaste las palabras de mi boca. Canto para ti en presencia de los ángeles, 2 me postro ante tu santo Templo, y doy gracias a tu Nombre por tu amor y tu fidelidad, porque tu promesa ha superado tu renombre. 3 El día en que te invoqué, me respondiste, y aumentaste la fuerza de mi alma... 6 El Señor es sublime, pero mira al humilde y conoce de lejos al soberbio. 7a Si camino entre peligros, tú me conservas la vida... 7c tu derecha me salva. 8 El Señor completará sus favores conmigo. ¡Tu amor es eterno, Señor, no abandones la obra de tus manos!”
Contexto
El Salmo 138 es un salmo de acción de gracias individual, atribuido a David. El salmista ha vivido una experiencia de liberación o ha recibido una respuesta a su oración y, en respuesta, eleva un canto de gratitud sincera y pública. El salmo destaca el contraste entre la sublimidad de Dios y su atención a los humildes, la confianza en su protección en medio de los peligros, y una fe inquebrantable en que Dios completará la obra que ha comenzado.
Tema Central
El tema central es la acción de gracias de todo corazón a Dios por su fidelidad en escuchar la oración y fortalecer el alma. Se exalta a un Dios que, a pesar de su grandeza, se inclina para mirar al humilde. Esta confianza en el carácter de Dios lleva al salmista a una seguridad serena de que será protegido en medio de los peligros y de que Dios llevará a término su obra bondadosa en él, porque su amor es eterno.
Aplicación a nuestra actualidad
Este salmo nos enseña a orar con gratitud y una profunda confianza en el carácter y la fidelidad de Dios:
Gratitud de Todo Corazón: "Te doy gracias, Señor, de todo corazón...". La gratitud no es un sentimiento superficial, sino una respuesta profunda y total a la bondad de Dios. Nos invita a reconocer y a verbalizar nuestro agradecimiento por las veces que Dios ha escuchado y respondido a nuestras oraciones.
El Amor y la Fidelidad de Dios Superan las Expectativas: "...doy gracias a tu Nombre por tu amor y tu fidelidad, porque tu promesa ha superado tu renombre". A menudo, la intervención de Dios en nuestra vida supera lo que habíamos imaginado o esperado. Su amor fiel (jesed) y su verdad (emet) son más grandes de lo que podemos concebir.
La Oración que Fortalece el Alma: "El día en que te invoqué, me respondiste, y aumentaste la fuerza de mi alma". La oración no solo busca cambiar las circunstancias externas, sino que tiene un profundo efecto interior. El encuentro con Dios en la oración nos fortalece, nos da resiliencia espiritual y renueva nuestras fuerzas.
El Dios Sublime que Mira al Humilde: "El Señor es sublime, pero mira al humilde y conoce de lejos al soberbio". Esta es una verdad fundamental de la espiritualidad bíblica. La grandeza de Dios no lo hace distante, sino que lo inclina precisamente hacia los pequeños, los humildes, los que se reconocen necesitados de Él. La soberbia, en cambio, crea una distancia insalvable. Esto nos anima a acercarnos a Dios con un corazón humilde.
Confianza en Medio del Peligro: "Si camino entre peligros, tú me conservas la vida... tu derecha me salva". La fe no nos promete una vida sin peligros, pero sí nos asegura la presencia y la protección de Dios en medio de ellos. Su "derecha" es el símbolo de su poder salvador en acción.
La Perseverancia de Dios en su Obra: "El Señor completará sus favores conmigo... ¡no abandones la obra de tus manos!". Esta es una de las expresiones de confianza más hermosas de la Biblia. Dios no empieza algo para dejarlo a medias. Si Él nos ha creado, si nos ha llamado, si ha comenzado una obra de gracia en nosotros, su amor eterno es la garantía de que la llevará a su plenitud (como dirá San Pablo en Filipenses 1,6). Somos "obra de sus manos", y Él no abandona lo que ha creado con amor.
Este salmo es una poderosa oración de confianza para cualquier creyente. Nos invita a dar gracias, a reconocer la fortaleza que recibimos en la oración, a vivir con humildad sabiendo que así atraemos la mirada de Dios, y a caminar por la vida con la serena seguridad de que el Dios que nos creó y nos salvó completará su obra en nosotros.
Preguntas para la reflexión
¿Por qué cosas puedo yo hoy dar gracias a Dios "de todo corazón", reconociendo que ha escuchado las palabras de mi boca?
¿He experimentado alguna vez que la respuesta de Dios a mis oraciones ha "superado su renombre" o mis propias expectativas?
¿De qué manera la oración ha "aumentado la fuerza de mi alma" en momentos de dificultad o debilidad?
¿Cómo me ayuda a acercarme a Dios la certeza de que Él, siendo sublime, "mira al humilde"? ¿Qué actitudes de humildad necesito cultivar?
¿Qué significa para mí la confianza en que "el Señor completará sus favores conmigo" y "no abandonará la obra de sus manos"? ¿Cómo me ayuda esto a enfrentar el futuro o mis propias imperfecciones?
Oración
Te doy gracias, Señor, de todo corazón, porque cuando te invoqué, me respondiste y aumentaste la fuerza de mi alma. Me postro ante Ti, agradecido por tu amor y tu fidelidad. Aunque eres sublime, miras al humilde; por eso me acerco a Ti con confianza. Si camino entre peligros, consérvame la vida y sálvame con tu diestra poderosa. Completa, Señor, tu obra en mí, porque tu amor es eterno y nunca abandonas la obra de tus manos. Amén.