Salmo 68(67),29-30.33-36
"Ofrendas de las Naciones y Alabanza al Dios Poderoso de Israel"
“29 en tu Templo, que está sobre Jerusalén. ¡Que los reyes te traigan regalos!... 30 ¡Reprime a la Fiera de los pantanos, a la manada de Toros, a los Novillos de los pueblos! ¡Que se sometan y te paguen tributo de plata! ¡Dispersa a los pueblos que aman la guerra!... 33 Canten a Dios, reinos de la tierra, entonen un himno al Señor, Pausa 34 al que cabalga por el cielo, por el cielo antiquísimo: allí hace oír su voz, su voz potente. 35 ¡Reconozcan el poder de Dios! Su majestad brilla sobre Israel, y su poder, en las alturas. 36 ¡Qué temible es Dios desde su Santuario, el Dios de Israel, el que da fuerza y poder a su pueblo! ¡Bendito sea Dios!”
Contexto
El Salmo 68 es un himno complejo y majestuoso que celebra a Dios como un guerrero victorioso, Rey y protector de Israel. Los versículos seleccionados se encuentran en la parte final del salmo. Después de evocar las procesiones triunfales hacia el santuario (vv. 25-28, no incluidos aquí), el salmista ora para que el Templo de Jerusalén sea el lugar donde las naciones y sus reyes ofrezcan tributo a Dios (v. 29). Luego, hay una súplica para que Dios reprima a las fuerzas hostiles y belicosas (v. 30). Finalmente, se renueva la invitación a todos los reinos de la tierra a cantar y reconocer el poder de Dios, cuya voz resuena desde los cielos, y se proclama la majestad de Dios manifestada en Israel y la fuerza que Él da a su pueblo.
Tema Central
El tema central es la visión de un Dios soberano y poderoso, cuyo Templo en Jerusalén se convierte en un centro de atracción para las naciones, que le rinden homenaje. Se pide la subyugación de las fuerzas enemigas y se invita a todos los reinos a alabar al Señor, reconociendo su poder trascendente y su majestad, especialmente manifestada en favor de su pueblo Israel, al cual Él mismo da fuerza y poder.
Aplicación a nuestra actualidad
Aunque este salmo utiliza un lenguaje e imágenes que reflejan su contexto histórico (como la referencia a la "Fiera de los pantanos", que podría aludir a Egipto, o los "Toros y Novillos" como símbolos de poderes hostiles), podemos extraer lecciones espirituales relevantes para hoy:
Dios, Centro de Adoración Universal: La visión de reyes y naciones trayendo regalos al Templo (v. 29) anticipa la idea de que Dios desea ser adorado por todos los pueblos. Para los cristianos, Jesucristo es el nuevo Templo (Juan 2,19-21) y el punto de encuentro donde todas las naciones son llamadas a ofrecer su "tributo" de alabanza y vida. Nuestras iglesias y comunidades deben aspirar a ser lugares donde personas de todos los orígenes se sientan bienvenidas para adorar a Dios.
Súplica contra las Fuerzas del Mal: La petición de reprimir a las "Fieras" y "dispersar a los pueblos que aman la guerra" (v. 30) puede entenderse hoy como una oración contra todas las formas de mal, opresión, violencia e injusticia que afligen al mundo. Es un clamor para que Dios intervenga y establezca su paz.
Alabanza de Todos los Reinos: "Canten a Dios, reinos de la tierra, entonen un himno al Señor" (v. 33). Esta es una llamada continua a la evangelización y a la alabanza universal. La fe en Dios no es una cuestión privada, sino que tiene una dimensión pública y cósmica. Debemos desear que todos los pueblos y culturas reconozcan la soberanía amorosa de Dios.
El Poder y la Voz de Dios: Dios "cabalga por el cielo... hace oír su voz, su voz potente" (v. 34). Aunque a veces la voz de Dios pueda parecer silenciosa en medio del ruido del mundo, el salmo nos recuerda su poder trascendente y su capacidad de hacerse oír. Debemos estar atentos a su voz que nos habla a través de la Escritura, la creación, la conciencia y los acontecimientos.
Dios Da Fuerza a su Pueblo: "¡Qué temible es Dios desde su Santuario, el Dios de Israel, el que da fuerza y poder a su pueblo!" (v. 36). La majestad y el poder de Dios no son solo para su propia gloria, sino que se comparten con su pueblo. Él nos da la fuerza y el poder necesarios para vivir nuestra fe y cumplir nuestra misión. Esta es una fuente de gran consuelo y confianza.
Este salmo nos invita a reconocer la soberanía universal de Dios, a orar por la derrota del mal, a unirnos al coro de alabanza de todas las naciones, y a confiar en el poder y la fuerza que Dios concede a su pueblo fiel.
Preguntas para la reflexión
¿Cómo puedo yo contribuir a que mi comunidad de fe sea un lugar donde personas de diversas naciones y culturas se sientan atraídas a adorar a Dios?
¿Por qué "Fieras" o "pueblos que aman la guerra" (fuerzas de mal, injusticia, violencia) necesito orar con más insistencia para que Dios las reprima y disperse?
¿De qué manera participo yo en el llamado a que los "reinos de la tierra canten a Dios"? ¿Cómo es mi testimonio en el ámbito público o social?
¿Cómo estoy escuchando la "voz potente" de Dios en mi vida? ¿A través de qué medios me habla con más claridad?
¿En qué áreas de mi vida necesito más la "fuerza y poder" que Dios da a su pueblo? ¿Cómo puedo abrirme más a recibir estos dones?
Oración
Señor Dios, Rey del universo, que desde tu Santuario manifiestas tu poder temible. Atrae a todas las naciones y a sus líderes para que te reconozcan y te ofrezcan su alabanza. Reprime las fuerzas del mal que aman la guerra y la opresión, y establece tu paz. Que todos los reinos de la tierra te canten y aclamen tu Nombre. Gracias por ser el Dios de Israel, el que da fuerza y poder a tu pueblo. ¡Bendito seas, Señor! Amén.