Lucas 12, 54-59
"Interpretar los Signos de los Tiempos y Reconciliarse en el Camino"
“54 Jesús decía también a la multitud: «Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida: “Va a llover”, y así sucede. 55 Y cuando sopla el viento del sur, dicen: “Hará calor”, y así sucede. 56 ¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente? 57 ¿Por qué no juzgan por ustedes mismos lo que es justo? 58 Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. 59 Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo».”
Contexto
Este pasaje del Evangelio de Lucas se encuentra dentro de una serie de enseñanzas de Jesús sobre la urgencia y la vigilancia ante la llegada del Reino de Dios. Jesús acaba de hablar sobre el "fuego" y la "división" que ha venido a traer (Lucas 12,49-53). Ahora, se dirige a la multitud, reprochándoles su incapacidad para interpretar los signos de su propia presencia y la urgencia del momento, y concluye con una parábola breve que llama a la reconciliación inmediata.
Tema Central
El tema central tiene dos partes interconectadas, ambas bajo el signo de la urgencia. Primero, Jesús critica la ceguera espiritual de la gente, que es experta en interpretar los signos meteorológicos para asuntos cotidianos, pero es incapaz de "discernir el tiempo presente", es decir, de reconocer en la persona y las obras de Jesús la llegada decisiva del Reino de Dios. Segundo, utiliza la metáfora del acuerdo con el adversario en el camino al juicio para subrayar la urgencia de la reconciliación con Dios y con el prójimo ahora, antes de que llegue el juicio final, del cual no habrá escapatoria.
Aplicación a nuestra actualidad
Las palabras de Jesús son una llamada de atención para que no vivamos nuestra fe de manera distraída o posponiendo lo esencial:
Discernir el "Tiempo Presente": Somos muy hábiles para leer los signos de nuestro tiempo en términos económicos, políticos o sociales. Pero Jesús nos pregunta: ¿sabemos "discernir el tiempo presente" con los ojos de la fe? ¿Reconocemos la acción de Dios en la historia actual? ¿Entendemos la urgencia del momento que vivimos? "Discernir el tiempo presente" es reconocer que ahora es el tiempo de la decisión, ahora es el tiempo de la conversión, porque el Reino de Dios ya está actuando entre nosotros.
La Hipocresía de la Ceguera Espiritual: Jesús llama "hipócritas" a quienes son expertos en lo terrenal pero ignorantes en lo espiritual. Es una advertencia contra una vida que se enfoca exclusivamente en lo material y práctico, olvidando las realidades últimas.
Juzgar lo que es Justo: "¿Por qué no juzgan por ustedes mismos lo que es justo?". Jesús apela a nuestra conciencia y a nuestra responsabilidad. Nos ha dado la luz de la razón y de la fe para que seamos capaces de discernir el bien del mal y de actuar en consecuencia, sin necesidad de esperar a que otros nos lo digan.
La Urgencia de la Reconciliación: La imagen de ir al tribunal con un adversario es una metáfora de nuestra vida como un camino hacia el juicio de Dios. El "adversario" puede ser Dios mismo, a quien hemos ofendido con nuestro pecado, o nuestro prójimo, con quien tenemos una cuenta pendiente. Jesús nos urge a "llegar a un acuerdo... en el camino", es decir, ahora, en esta vida. No podemos posponer la reconciliación.
Las Consecuencias de no Reconciliarse: Si no nos reconciliamos en esta vida, nos enfrentaremos al "juez" sin defensa, y tendremos que "pagar hasta el último centavo". Es una imagen muy fuerte de la necesidad de la purificación y de la justicia divina. Subraya que la misericordia de Dios se nos ofrece ahora, y rechazarla o posponerla tiene consecuencias serias.
Este pasaje es una llamada a despertar. Nos pide que abramos los ojos para reconocer la presencia actuante de Dios en nuestro tiempo y que actuemos con urgencia, especialmente en el ámbito de la reconciliación con Dios y con nuestros hermanos, antes de que sea demasiado tarde.
Preguntas para la reflexión
¿Dedico más tiempo y energía a interpretar los "signos del cielo y de la tierra" (el clima, la economía, la política) que a "discernir el tiempo presente" de la acción de Dios en mi vida y en el mundo?
¿En qué áreas de mi vida me siento espiritualmente "ciego/a", incapaz de ver lo que Dios me está mostrando?
¿Hay algún "adversario" (una persona con la que estoy enemistado/a, o un pecado del que no me he arrepentido) con quien necesito "llegar a un acuerdo" urgentemente?
¿Estoy posponiendo alguna reconciliación importante, pensando que ya tendré tiempo de arreglar las cosas más adelante?
¿Cómo me ayuda la imagen del "camino al magistrado" a tomarme más en serio la necesidad de vivir en paz con Dios y con los demás cada día?
Oración
Señor Jesús, que nos llamas a ser sabios para discernir los signos de tu presencia. Abre nuestros ojos para que reconozcamos el tiempo de tu visita y no seamos hipócritas, expertos en lo terrenal pero ciegos a tu Reino. Danos un corazón que juzgue lo que es justo y que busque la reconciliación con urgencia. No permitas que lleguemos al final de nuestro camino con deudas de amor pendientes, sino que, habiendo hecho las paces contigo y con nuestros hermanos, podamos presentarnos con confianza ante el tribunal de tu misericordia. Amén.