Colosenses 1,1-8
"Acción de Gracias por una Fe, Amor y Esperanza Fructíferos"
“1 Pablo, Apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, 2 saludan a los santos de Colosas, nuestros fieles hermanos en Cristo. Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre. 3 Siempre que oramos por ustedes, damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 4 al tener noticias de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen a todos los santos, 5 animados por la esperanza de lo que les está reservado en el cielo. Ustedes ya oyeron hablar de esto por la palabra de la verdad, que es la Buena Noticia 6 que llegó hasta ustedes. Y así como esta fructifica y crece en todo el mundo, también lo hace entre ustedes, desde el día en que oyeron y conocieron la gracia de Dios en toda su verdad. 7 Así lo aprendieron de Epafras, nuestro querido compañero de servicio, que es para ustedes un fiel ministro de Cristo. 8 Él nos informó acerca del amor que ustedes tienen en el Espíritu.”
Contexto
Este pasaje es la introducción de la Carta de San Pablo a los Colosenses. Colosas era una ciudad en la región de Frigia (en la actual Turquía) que Pablo probablemente no había visitado personalmente. La comunidad fue fundada por su colaborador Epafras. Pablo escribe esta carta desde la prisión, preocupado por algunas falsas enseñanzas que estaban infiltrándose en la comunidad. Sin embargo, antes de abordar los problemas, comienza, como es su costumbre, con un saludo y una acción de gracias a Dios por la fe, el amor y la esperanza de los colosenses, de las cuales ha recibido buenas noticias a través de Epafras.
Tema Central
El tema central es la acción de gracias de Pablo a Dios por la fe viva de la comunidad de Colosas. Pablo destaca que la fe de los colosenses no es una creencia estéril, sino que se manifiesta visiblemente en dos frutos: el "amor a todos los santos" (la caridad fraterna) y está sostenida por la "esperanza de lo que les está reservado en el cielo". Esta vida de fe, amor y esperanza es el resultado de haber acogido la "palabra de la verdad", el Evangelio, que es una fuerza dinámica que "fructifica y crece" en todo el mundo y en ellos.
Aplicación a nuestra actualidad
La acción de gracias de Pablo por los colosenses nos ofrece un retrato de lo que es una comunidad cristiana sana y vibrante, y nos sirve como un "examen" para nuestra propia fe:
La Trinidad de las Virtudes Cristianas: Pablo menciona las tres virtudes teologales como el fundamento de la vida cristiana: la fe en Cristo Jesús, el amor a todos los santos, y la esperanza en los bienes celestiales. No son ideas abstractas, sino realidades vivas e interconectadas. La fe en Cristo nos abre al amor, y la esperanza en el cielo nos sostiene en el camino de la fe y del amor. ¿Están estas tres virtudes equilibradas y activas en mi vida?
El Amor como Fruto de la Fe: Nuestra fe en Cristo no puede ser una experiencia puramente individualista. Si es auténtica, se debe traducir necesariamente en un "amor que tienen a todos los santos", es decir, a todos los hermanos de la comunidad, sin excepciones. El amor fraterno es la prueba del algodón de una fe verdadera.
La Esperanza como Motor: La fe y el amor no se sostienen en el aire; están "animados por la esperanza de lo que les está reservado en el cielo". La esperanza en la vida eterna y en la recompensa celestial no es una evasión del presente, sino el motor que nos da la fuerza y la perspectiva para vivir la fe y practicar el amor en medio de las dificultades de esta vida.
El Evangelio como Fuerza Dinámica: Pablo describe la Buena Noticia como algo vivo que "fructifica y crece en todo el mundo". El Evangelio no es una doctrina estática, sino una semilla poderosa que, cuando es acogida, produce frutos de transformación en las vidas y en las comunidades, y tiene una fuerza expansiva inherente. ¿Estamos permitiendo que el Evangelio "fructifique y crezca" en nosotros y a través de nosotros?
Conocer la Gracia "en toda su verdad": El crecimiento de los colosenses comenzó el día en que "oyeron y conocieron la gracia de Dios en toda su verdad". La vida cristiana es un proceso continuo de conocer más profundamente la "gracia", el don inmerecido del amor y la salvación de Dios. No es solo un conocimiento intelectual, sino un conocimiento experiencial y transformador.
Este pasaje es una hermosa invitación a dar gracias a Dios por la fe de nuestros hermanos y a examinar la nuestra. Nos llama a vivir una fe que se demuestre en un amor concreto, sostenida por una esperanza firme, y alimentada por la Palabra del Evangelio, que tiene el poder de hacernos crecer y dar fruto para la gloria de Dios.
Preguntas para la reflexión
¿De qué manera mi "fe en Cristo Jesús" se está traduciendo concretamente en un "amor a todos los santos", a mis hermanos y hermanas de la comunidad?
¿Qué tan viva está en mí la "esperanza de lo que me está reservado en el cielo"? ¿Es esta esperanza una fuerza que anima mi vida diaria?
¿Permito que la "Buena Noticia" fructifique y crezca en mí, o hay áreas de mi vida que se resisten a su poder transformador?
¿Cómo puedo yo hoy "conocer la gracia de Dios en toda su verdad" de una manera más profunda y personal?
¿Agradezco a Dios por la fe de las personas que me rodean, reconociendo su testimonio como un don para mí, como Epafras lo fue para Pablo?
Oración
Padre de nuestro Señor Jesucristo, te damos gracias por el don de la fe que hemos recibido a través de la Buena Noticia. Aumenta en nosotros la fe en tu Hijo, el amor a todos nuestros hermanos y la esperanza firme en los bienes del cielo. Que tu Palabra fructifique y crezca en nuestras vidas, para que, conociendo tu gracia en toda su verdad, podamos vivir animados por el amor que viene de tu Espíritu. Amén.