Salmo 19(18), 8-11
"La Ley del Señor: Alegría, Luz y Sabiduría para el Alma"
“8 La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría al simple. 9 Los preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón; los mandamientos del Señor son claros, iluminan los ojos. 10 El temor del Señor es puro, permanece para siempre; los juicios del Señor son la verdad, enteramente justos. 11 Son más atrayentes que el oro, que el oro más fino; más dulces que la miel, que la miel del panal.”
Contexto
El Salmo 19 es un salmo de alabanza que celebra la revelación de Dios en dos "libros": la creación (vv. 2-7) y la Ley (Torá) (vv. 8-15). La primera parte describe cómo los cielos "proclaman la gloria de Dios" sin palabras. La segunda parte, a la que pertenecen estos versículos, es un elogio apasionado de la Ley de Dios, describiendo sus cualidades y sus efectos transformadores en la vida del creyente.
Tema Central
El tema central de estos versículos es un elogio de la Ley (la Palabra, la enseñanza) de Dios. Se la describe a través de seis sinónimos (ley, testimonio, preceptos, mandamientos, temor, juicios), cada uno con un atributo (perfecta, verdadero, rectos, claros, puro, verdad) y un efecto en el creyente (reconforta el alma, da sabiduría, alegra el corazón, ilumina los ojos, permanece, son justos). Finalmente, se exalta el valor inestimable y la dulzura de esta Ley, comparándola con lo más precioso (el oro) y lo más dulce (la miel).
Aplicación a nuestra actualidad
En un mundo que a menudo ve la "ley" o los "mandamientos" como algo negativo, restrictivo y opresivo, este salmo es una revolución. Nos invita a descubrir la Ley de Dios no como una jaula, sino como un regalo liberador y vivificante:
Perfecta y Reconfortante: "La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma". La enseñanza de Dios no es defectuosa ni parcial; es "perfecta", completa, y por eso mismo, trae "reconforto", restauración y paz al alma, que encuentra en ella su verdadero camino.
Verdadera y Sabia: "El testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría al simple". La Palabra de Dios es fiable, digna de toda confianza. No nos engaña. Y tiene el poder de dar verdadera sabiduría no solo a los eruditos, sino especialmente al "simple", al humilde de corazón que la acoge con sencillez.
Recta y Alegre: "Los preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón". Los caminos de Dios son "rectos", nos llevan por la senda correcta. Y seguir este camino, lejos de ser una carga triste, "alegra el corazón". La verdadera alegría brota de vivir en armonía con la voluntad de nuestro Creador.
Clara e Iluminadora: "Los mandamientos del Señor son claros, iluminan los ojos". La enseñanza de Dios no es oscura ni confusa; es una luz para nuestro camino. Nos da claridad para ver el mundo, a nosotros mismos y a los demás con los ojos de Dios, permitiéndonos discernir entre el bien y el mal.
Preciosa como el Oro, Dulce como la Miel: "Son más atrayentes que el oro... más dulces que la miel...". El salmista utiliza las imágenes de lo más valioso y lo más placentero que conocía para describir la Ley de Dios. Esto nos desafía: ¿valoramos la Palabra de Dios más que nuestras posesiones materiales? ¿Encontramos en ella una "dulzura" que deleita nuestra alma?
Este pasaje es una invitación a enamorarnos de la Palabra de Dios. Nos llama a dejar de verla como un conjunto de prohibiciones y a descubrirla como lo que realmente es: una carta de amor de un Padre que nos muestra el camino a la verdadera vida, a la sabiduría, a la alegría y a la luz. Es una invitación a leer, meditar y, sobre todo, "saborear" la dulzura de la enseñanza del Señor.
Preguntas para la reflexión
¿Mi experiencia de los mandamientos de Dios es la de una ley que "reconforta mi alma" y "alegra mi corazón", o la veo más como una carga?
¿De qué manera la Palabra de Dios ha dado "sabiduría" a mi "simpleza" o ha "iluminado mis ojos" en momentos de oscuridad o confusión?
¿Qué "oro" (posesiones, seguridades) en mi vida valoro a veces más que la Palabra de Dios?
¿Dedico tiempo a "saborear" la Palabra de Dios en la oración y la meditación para descubrir su "dulzura"?
¿Cómo puedo yo hoy ayudar a otros a descubrir la belleza y la bondad de la Ley del Señor, en lugar de verla como un conjunto de reglas opresivas?
Oración
Señor, tu ley es perfecta y reconforta el alma. Tus preceptos son verdaderos y dan sabiduría al simple. Tus mandamientos son rectos y alegran el corazón. Tus juicios son claros e iluminan los ojos. Ayúdanos a valorar tu Palabra más que el oro más fino y a encontrar en ella una dulzura mayor que la de la miel del panal. Que, guiados por tu enseñanza, caminemos en la luz y encontremos la verdadera alegría. Amén.