"El Mandamiento Nuevo: Ámense como Yo los He Amado"
“31 Después que Judas salió, Jesús dijo: «Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en él. 32 Si Dios ha sido glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto. 33a Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes... 34 Les doy un mandamiento nuevo: Ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. 35 En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros».”
Contexto
Este pasaje se sitúa en la Última Cena, justo después de que Judas Iscariote ha salido para consumar su traición (Juan 13,30). La salida de Judas marca un punto de inflexión; la "hora" de Jesús, su pasión, muerte y glorificación, está a punto de comenzar. En este momento solemne y cargado de significado, Jesús habla de su glorificación y la del Padre, y entrega a sus discípulos un "mandamiento nuevo", que será la señal distintiva de su comunidad.
Tema Central
El tema central es la revelación de la glorificación inminente del Hijo del hombre (Jesús) y de Dios Padre a través de la pasión, y la entrega del "mandamiento nuevo" del amor mutuo como la característica esencial y el signo identificador de los discípulos de Jesús. Este amor debe ser modelado según el amor sacrificial de Jesús mismo ("Así como yo los he amado").
Aplicación a nuestra actualidad
Estas palabras de Jesús, pronunciadas en un momento tan crucial, tienen una resonancia profunda para nuestra vida cristiana hoy:
La Gloria en la Entrega: Jesús ve su pasión no como una derrota, sino como el momento de su glorificación y la del Padre. Esta perspectiva invierte nuestros conceptos humanos de gloria, que a menudo asociamos con el poder, el éxito o el reconocimiento. La gloria de Dios se manifiesta supremamente en el amor sacrificial, en la entrega total de Jesús por la salvación del mundo. Esto nos invita a buscar la verdadera "gloria" no en la autoexaltación, sino en el servicio humilde y en el amor que se entrega.
Un Mandamiento "Nuevo": El mandamiento de amar no era completamente nuevo en Israel (ya existía el mandato de amar al prójimo como a uno mismo en Levítico 19,18). Lo "nuevo" aquí radica en la medida y el modelo de ese amor: "Así como yo los he amado". El amor de Jesús es el estándar: un amor que sirve (como en el lavatorio de pies), que perdona, que se entrega hasta el extremo, hasta dar la vida. No es un amor basado en la afinidad o el merecimiento, sino un amor gratuito, incondicional y sacrificial.
El Signo Distintivo: "En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros". El amor mutuo no es una opción para los seguidores de Jesús, sino la prueba visible y creíble de su discipulado. No son las doctrinas, ni los ritos, ni los edificios, por importantes que sean, lo que primariamente identifica a los cristianos ante el mundo, sino la calidad de su amor fraterno. Esto nos desafía a examinar constantemente cómo vivimos este amor en nuestras familias, comunidades, lugares de trabajo y en la sociedad en general. ¿Es nuestro amor tan visible y genuino que otros pueden reconocer en nosotros a los seguidores de Cristo?
Un Amor que se Practica: Este mandamiento no es solo un ideal bonito, sino una práctica concreta. Implica paciencia, perdón, servicio, apoyo mutuo, comprensión, corrección fraterna, y poner el bien del otro por encima del propio. Es un camino exigente pero transformador.
Este pasaje nos llama a centrar nuestra vida cristiana en el amor, un amor que se inspira en el de Jesús, que se practica en la comunidad de creyentes y que se convierte en el testimonio más elocuente para el mundo.
Preguntas para la reflexión
¿Cómo entiendo yo la "gloria" de Dios y cómo puedo buscarla en mi vida, inspirándome en el ejemplo de Jesús que encontró la gloria en la entrega y el servicio?
Al pensar en el mandamiento de amarnos "como Jesús nos amó", ¿qué aspectos del amor de Jesús me resultan más desafiantes de imitar en mis relaciones diarias?
¿De qué manera concreta puedo contribuir a que mi comunidad de fe (parroquia, grupo, movimiento) sea más reconocida por el amor mutuo entre sus miembros?
¿Qué pasos específicos puedo dar esta semana para vivir más intensamente este "mandamiento nuevo" en mis relaciones más cercanas?
Oración
Señor Jesús, que en la hora de tu entrega nos revelaste la gloria del Padre y nos diste el mandamiento nuevo del amor, ayúdanos a amar como Tú nos has amado. Que nuestro amor mutuo sea tan genuino y visible que todos puedan reconocer en nosotros a tus verdaderos discípulos. Transforma nuestros corazones para que busquemos la gloria no en nosotros mismos, sino en el servicio y la entrega, reflejando así tu amor al mundo. Amén.