"La Búsqueda de Jesús: Más Allá del Pan Material"
«22» Al día siguiente, la multitud que se había quedado en la otra orilla vio que Jesús no había subido con sus discípulos en la única barca que había allí, sino que ellos habían partido solos. «23» Mientras tanto, unas barcas de Tiberíades atracaron cerca del lugar donde habían comido el pan, después que el Señor pronunció la acción de gracias. «24» Cuando la multitud vio que Jesús y sus discípulos no estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús. «25» Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo llegaste?». «26» Jesús les respondió: «Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. «27» Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello». «28» Ellos le preguntaron: «¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?». «29» Jesús les respondió: «La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado».»
Contexto
Este pasaje sigue inmediatamente al milagro de la multiplicación de los panes y los peces (Juan 6:1-15), donde Jesús alimentó a una gran multitud. Después del milagro, Jesús se retiró solo a la montaña y los discípulos cruzaron el lago en barca durante una tormenta (episodio de Jesús caminando sobre las aguas, Juan 6:16-21). Ahora, la multitud que había sido alimentada busca activamente a Jesús, cruza el lago y finalmente lo encuentra en Cafarnaúm. Su búsqueda y su pregunta inicial ("¿cuándo llegaste?") revelan su asombro, pero Jesús inmediatamente redirige la conversación hacia sus verdaderas motivaciones y el significado más profundo del signo que han presenciado.
Tema Central
El tema central es el contraste entre la búsqueda de Jesús por motivos puramente materiales o interesados (satisfacer el hambre física) y la invitación de Jesús a buscar el alimento espiritual que permanece para la Vida eterna (la fe en Él). Jesús desenmascara la motivación superficial de la multitud y los llama a "trabajar" (esforzarse, buscar) no por lo que perece, sino por lo que Él, el Hijo del hombre sellado por el Padre, puede darles. La "obra de Dios" fundamental que se les pide no es un hacer externo, sino un acto interior de creer en Aquel que Dios ha enviado.
Aplicación a nuestra actualidad
Como la multitud, a menudo buscamos a Jesús o nos acercamos a la fe con motivaciones mezcladas. A veces lo buscamos principalmente por lo que podemos obtener de Él: soluciones a nuestros problemas, consuelo en nuestras penas, ayuda material, bienestar emocional... Jesús no desprecia nuestras necesidades, pero nos invita a ir más allá. Nos pregunta: "¿Me buscas solo porque te 'sacian los panes' de los beneficios temporales, o porque has visto el 'signo' de quién soy yo realmente?". Nos llama a no quedarnos en la superficie, en el "alimento perecedero", sino a buscar activamente el "alimento que permanece": una relación profunda con Él, la gracia, la verdad, el sentido último de la vida que solo Él puede dar. ¿Qué tipo de "alimento" busco yo predominantemente en mi relación con Dios? La respuesta a "¿Qué debemos hacer?" sigue siendo la misma: "creer en aquel que él ha enviado". Creer no es solo aceptar verdades, es confiar nuestra vida a Jesús, depender de Él, vivir de Él. Es la "obra" fundamental que Dios nos pide, la puerta a todo lo demás. ¿Qué sentimientos me provoca Jesús al cuestionar mis motivaciones? ¿Me siento expuesto, invitado a la sinceridad, desafiado a profundizar?
Preguntas para la reflexión
¿Qué motivaciones predominan en mi búsqueda de Dios o en mi práctica religiosa? ¿Busco principalmente soluciones temporales o el "alimento que permanece"?
¿Qué significa concretamente para mí hoy "trabajar por el alimento que permanece hasta la Vida eterna"? ¿Qué pasos prácticos puedo dar?
¿En qué medida mi fe es una confianza activa y una entrega de mi vida a Jesús, Aquel que el Padre ha enviado?
¿Estoy dispuesto/a a dejar que Jesús cuestione mis motivaciones para purificarlas y llevarme a una relación más profunda y auténtica con Él?
Oración
Señor Jesús, Hijo del hombre sellado por el Padre, a menudo te busco, como la multitud, más por el pan que me sacia temporalmente que por el verdadero alimento que eres Tú. Perdona mi superficialidad. Ayúdame a desear y a trabajar por el alimento que permanece hasta la Vida eterna. Que la obra fundamental de mi vida sea creer en Ti, confiar en Ti y entregarme a Ti, Aquel a quien el Padre ha enviado para darnos la verdadera Vida. Amén.