Salmo 139(138), 7-12
"¿A Dónde Huir de tu Presencia? La Omnipresencia Abarcadora de Dios"
“7 ¿A dónde podría ir, lejos de tu espíritu? ¿A dónde podría huir, lejos de tu presencia? 8 Si subo hasta el cielo, allí estás tú; si bajo al Abismo, allí también te encuentras. 9 Si vuelo hasta el origen de la aurora o me instalo en el extremo del mar, 10 también allí me guía tu mano y me sostiene tu derecha. 11 Si digo: «¡Que me cubran las tinieblas y la luz sea como la noche a mi alrededor!», 12 las tinieblas no son oscuras para ti y la noche es clara como el día.”
Contexto
Este pasaje forma parte del Salmo 139, una profunda meditación sobre la relación íntima entre Dios y el ser humano. Los primeros seis versículos han explorado la omnisciencia de Dios (su conocimiento total de nosotros). Ahora, en esta sección, el salmista se sumerge en la contemplación de la omnipresencia de Dios: la imposibilidad de escapar de su presencia, que lo abarca todo, desde las alturas del cielo hasta las profundidades del Abismo, y desde el extremo oriental hasta el occidental.
Tema Central
El tema central es la omnipresencia total y amorosa de Dios. No hay lugar en todo el universo, ni físico ni conceptual, donde uno pueda huir de la presencia de Dios. Esta presencia no es amenazante o controladora, sino una compañía constante que guía ("me guía tu mano") y sostiene ("me sostiene tu derecha"). Ni siquiera la oscuridad, física o existencial, puede ocultarnos de su mirada, porque para Él no hay tinieblas.
Aplicación a nuestra actualidad
La contemplación de la omnipresencia de Dios, tal como la describe el salmista, tiene un doble efecto, profundamente consolador y a la vez, interpelante:
Consuelo en la Soledad: "¿A dónde podría huir, lejos de tu presencia?". En un mundo donde podemos sentirnos solos, perdidos o abandonados, este salmo es un ancla de esperanza. No importa dónde estemos –en la cima del éxito ("si subo hasta el cielo") o en el fondo de la desesperación ("si bajo al Abismo")– Dios está allí. Su presencia nos acompaña en cada circunstancia de nuestra vida.
Guía y Sostén en el Camino: "También allí me guía tu mano y me sostiene tu derecha". La presencia de Dios no es estática. Es una presencia activa que nos guía en nuestro peregrinaje ("me guía tu mano") y nos da fuerza en nuestra debilidad ("me sostiene tu derecha"). Es la certeza de que nunca caminamos solos.
Luz en la Oscuridad: "Las tinieblas no son oscuras para ti y la noche es clara como el día". A menudo, intentamos ocultarnos en nuestras "tinieblas": nuestros pecados, nuestros miedos, nuestras vergüenzas. El salmista nos asegura que es inútil: Dios ve en la oscuridad. Pero esta no es una revelación para avergonzarnos, sino para consolarnos. Significa que incluso en nuestras noches más oscuras, en nuestros momentos de mayor confusión o pecado, Dios está allí, su luz puede penetrar y no estamos ocultos a su amor redentor. Él puede encontrar y rescatar en cualquier oscuridad.
Una Llamada a la Autenticidad: La imposibilidad de huir de Dios es también una llamada a vivir con autenticidad. Si no podemos escondernos de Él, entonces lo más sabio es vivir en su verdad, en una relación honesta y transparente, sabiendo que Él lo ve todo, no para condenar, sino para amar y sanar.
Este pasaje es una de las expresiones más bellas de la inmanencia de Dios. Nos invita a abandonar toda pretensión de escondernos o de vivir como si Dios no existiera. En cambio, nos llama a descansar en la certeza de que somos amados, guiados y sostenidos por una Presencia que lo llena todo, que transforma la soledad en compañía, la debilidad en fortaleza y las tinieblas en luz.
Preguntas para la reflexión
¿He intentado alguna vez "huir" de la presencia de Dios, quizás a través de la distracción, el ruido o el pecado? ¿Qué me enseña el salmista sobre la inutilidad de este intento?
¿En qué "cielos" (momentos de alegría) y en qué "abismos" (momentos de dolor o desesperación) de mi vida he podido experimentar la presencia constante de Dios?
¿De qué manera he sentido la "mano" de Dios guiándome o su "derecha" sosteniéndome, especialmente en momentos de incertidumbre o debilidad?
¿Cuáles son las "tinieblas" de mi vida en las que necesito recordar hoy con más fuerza que para Dios "la noche es clara como el día" y que su amor puede alcanzarme allí?
¿Cómo me ayuda la certeza de la omnipresencia de Dios a vivir con mayor confianza, autenticidad y paz interior?
Oración
Señor, ¿a dónde podría ir, lejos de tu espíritu? ¿A dónde podría huir, lejos de tu presencia? Si subo al cielo, allí estás tú; si bajo al abismo, allí también te encuentras. Aunque me instale en el extremo del mar, también allí me guía tu mano y me sostiene tu derecha. Que ni siquiera las tinieblas de mi vida me hagan dudar de tu presencia, porque para Ti no hay oscuridad. Ayúdame a descansar en la certeza de que siempre estoy ante Ti, y que tu compañía amorosa me envuelve por completo. Amén.