Salmo 34(33), 2-3, 17-19, 23
"El Señor Escucha al Justo: Cercanía de Dios en la Aflicción"
“2 Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios. 3 Mi alma se gloría en el Señor: ¡que lo oigan los humildes y se alegren!... 17 Los justos gritaron y el Señor los escuchó, los libró de todas sus angustias. 18 El Señor está cerca de los que tienen el corazón destrozado y salva a los de espíritu abatido. 19 El justo padece muchos males, pero el Señor lo libra de todos ellos... 23 El Señor rescata la vida de sus servidores, y los que se refugian en él no serán castigados.”
Contexto
El Salmo 34 es un salmo de acción de gracias y de sabiduría, atribuido a David. Comienza con una alabanza personal y una invitación a la comunidad a glorificar a Dios. El corazón del salmo es una catequesis sobre la bondad de Dios, que se manifiesta de manera especial en su cuidado y protección de los "justos" y los "humildes". Los versículos seleccionados se centran precisamente en esta cercanía providente de Dios a quienes sufren y confían en Él.
Tema Central
El tema central es la cercanía salvadora de Dios a los justos y a los afligidos. A pesar de que la vida del justo no está exenta de sufrimiento ("El justo padece muchos males"), el salmo asegura que el Señor está especialmente cerca de ellos en sus pruebas. Escucha su clamor, los libra de sus angustias y salva a quienes tienen el corazón destrozado y el espíritu abatido. La conclusión es una promesa de redención y de no condenación para todos los que se refugian en Él.
Aplicación a nuestra actualidad
Este salmo es un inmenso consuelo y una fuente de esperanza para cualquiera que esté atravesando un momento de dolor, tristeza o dificultad:
Alabanza que Anima a Otros: "Mi alma se gloría en el Señor: ¡que lo oigan los humildes y se alegren!". El testimonio de la bondad de Dios no es para el propio engrandecimiento, sino para dar esperanza a otros que están sufriendo. Compartir cómo Dios nos ha ayudado puede ser una fuente de inmenso aliento para la comunidad.
La Oración Eficaz del Justo: "Los justos gritaron y el Señor los escuchó...". El salmo nos asegura que la oración del que busca vivir en rectitud es escuchada. No es magia; es la confianza de que un corazón que busca a Dios es un corazón al que Dios se inclina a escuchar.
Realismo ante el Sufrimiento: "El justo padece muchos males...". La fe no es un amuleto que nos exime del sufrimiento. El salmo es muy realista. Ser justo o fiel a Dios no significa tener una vida sin problemas. La promesa no es la ausencia de males, sino la certeza de la liberación de Dios en medio de ellos.
La Cercanía de Dios en el Quebranto: "El Señor está cerca de los que tienen el corazón destrozado y salva a los de espíritu abatido". Esta es una de las promesas más tiernas de toda la Escritura. Dios no está lejos cuando sufrimos. Al contrario, es precisamente en nuestro momento de mayor quebranto, cuando nuestro corazón está "destrozado" y nuestro espíritu "abatido", que Él está más cerca, con su presencia sanadora y salvadora.
Refugio y Redención: "El Señor rescata la vida de sus servidores, y los que se refugian en él no serán castigados". La actitud fundamental del creyente es "refugiarse en Él". Es abandonar la autosuficiencia y poner toda nuestra confianza en su protección. Quienes lo hacen tienen la promesa de ser "rescatados" y de no ser "castigados" (condenados).
Este salmo nos invita a no desesperar en medio de la aflicción. Nos llama a clamar a Dios con confianza, a compartir nuestro testimonio para animar a otros, y a creer firmemente que Dios está especialmente cerca de nosotros cuando nuestro corazón está roto. Es una promesa de que el sufrimiento no tiene la última palabra, porque tenemos un Dios que escucha, libra, salva y rescata a quienes se refugian en Él.
Preguntas para la reflexión
¿De qué manera puedo yo hoy "gloriarme en el Señor" por las liberaciones que ha obrado en mí, de forma que los "humildes se alegren"?
¿En qué "angustias" de mi vida necesito recordar que, si "grito" al Señor, Él me escuchará y me librará?
¿He experimentado alguna vez la cercanía especial de Dios en un momento en que tenía el "corazón destrozado" o el "espíritu abatido"?
¿Entiendo que la fe no me exime de padecer "muchos males", pero sí me da la certeza de que "el Señor me librará de todos ellos"?
¿Qué significa para mí hoy "refugiarme en el Señor"? ¿En qué áreas de mi vida necesito abandonar mis propias defensas para confiar más en su protección?
Oración
Señor, quiero bendecirte en todo tiempo. Mi alma se gloría en Ti. Gracias porque cuando los justos claman, Tú los escuchas y los libras de todas sus angustias. Te pido que estés cerca de mí, especialmente si mi corazón está destrozado o mi espíritu abatido. Aunque padezca muchos males, confío en que Tú me librarás. En Ti me refugio, Señor; rescata mi vida y no permitas que sea confundido. Amén.