Salmo 105(104), 1, 5, 8-9, 24-27
"Recuerden las Maravillas: La Alianza Fiel y el Poder Liberador de Dios"
“1 ¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, anuncien entre los pueblos sus proezas!... 5 ¡Recuerden las maravillas que él obró, sus portentos y los juicios de su boca!... 8 Él se acuerda eternamente de su alianza, de la palabra que dio por mil generaciones, 9 del pacto que selló con Abraham, del juramento que hizo a Isaac... 24 Él hizo a su pueblo muy fecundo, más fuerte que sus opresores. 25 Cambió el corazón de estos, que se volvieron enemigos de su pueblo y trataron con perfidia a sus servidores. 26 Entonces envió a Moisés, su servidor, y a Aarón, su elegido: 27 por medio de ellos realizó sus signos y sus prodigios en el país de Cam.”
Contexto
El Salmo 105 es un himno histórico que celebra la fidelidad de Dios a su alianza, narrando las grandes obras que realizó por su pueblo desde los patriarcas hasta la entrada en la Tierra Prometida. Los versículos seleccionados cubren varios puntos clave de esta narración: la introducción, que es una llamada a la alabanza y al recuerdo; la afirmación fundamental de la alianza eterna con los patriarcas; y el comienzo de la historia del Éxodo, describiendo el crecimiento del pueblo en Egipto, la hostilidad de los egipcios y el envío de Moisés y Aarón para realizar los signos y prodigios de la liberación.
Tema Central
El tema central es una exhortación a la alabanza y al recuerdo de las obras maravillosas de Dios, que son la manifestación de su fidelidad inquebrantable a la alianza hecha con Abraham. El salmo interpreta la historia de Israel desde una perspectiva de fe, viendo la mano de Dios en cada evento, tanto en el crecimiento del pueblo como en la opresión sufrida, y finalmente en el envío de sus siervos, Moisés y Aarón, para iniciar la obra de la liberación a través de signos poderosos.
Aplicación a nuestra actualidad
Este salmo nos enseña cómo mirar nuestra propia historia y la del mundo con los ojos de la fe:
La Importancia de la Memoria Agradecida: "¡Recuerden las maravillas que él obró, sus portentos y los juicios de su boca!". La fe se nutre de la memoria. Olvidar las obras de Dios nos lleva a la ingratitud y a la desconfianza. El salmo nos invita a un ejercicio constante de recordar lo que Dios ha hecho en la historia de la salvación (narrada en la Biblia) y en nuestra propia historia personal. Esta memoria es la que debe impulsar nuestra acción de gracias y nuestra proclamación.
La Alianza Eterna de Dios: "Él se acuerda eternamente de su alianza...". La fidelidad de Dios es el ancla de nuestra esperanza. Aunque las circunstancias cambien, aunque nosotros seamos infieles, Dios permanece fiel a su pacto de amor. Para los cristianos, esta alianza alcanza su plenitud y se hace eterna en Jesucristo. Saber que Dios "se acuerda" de su alianza nos da una seguridad inmensa.
La Providencia Divina en la Historia: El salmo presenta una visión teológica de la historia: Dios "hizo a su pueblo muy fecundo", pero también "cambió el corazón de estos [los egipcios], que se volvieron enemigos...". Esto no significa que Dios cause el mal, sino que Él es soberano sobre la historia y puede permitir o utilizar incluso las circunstancias adversas y la hostilidad humana para llevar a cabo sus planes de salvación. Nos invita a buscar el propósito de Dios incluso en los acontecimientos difíciles o dolorosos.
Dios Envía Liberadores: "Entonces envió a Moisés, su servidor, y a Aarón, su elegido...". Ante la opresión, Dios no permanece indiferente; envía instrumentos humanos para la liberación de su pueblo. Jesucristo es el Libertador definitivo, pero Dios sigue suscitando "Moisés" y "Aarones" en la historia de la Iglesia y del mundo, personas llamadas a ser instrumentos de su poder liberador.
Signos y Prodigios: Dios obra a través de "signos y sus prodigios" para manifestar su poder y liberar a su pueblo. Debemos estar atentos a los "signos" de la acción de Dios en nuestro tiempo, a las maravillas de su gracia que continúan ocurriendo y que fortalecen nuestra fe.
Este pasaje es una poderosa lección sobre la importancia de recordar, alabar y confiar. Nos llama a no ser un pueblo sin memoria, sino a fundamentar nuestra fe en las maravillas que Dios ha obrado, a confiar en su alianza eterna, y a reconocer su mano soberana que guía la historia, enviando liberadores y realizando prodigios para la salvación de su pueblo.
Preguntas para la reflexión
¿Dedico tiempo a "recordar las maravillas que el Señor ha obrado" en mi vida y en la historia de la fe, para que esto alimente mi gratitud y mi alabanza?
¿De qué manera la certeza de que Dios "se acuerda eternamente de su alianza" me da seguridad y esperanza en mi caminar diario?
¿Puedo yo, como el salmista, intentar ver la mano providente de Dios incluso en las circunstancias difíciles o en la hostilidad que pueda encontrar, confiando en que Él tiene un plan mayor?
¿Quiénes han sido los "Moisés" y "Aarones" en mi vida, personas que Dios ha enviado para ayudarme o guiarme en mi camino de liberación?
¿Estoy atento/a a los "signos y prodigios" de la gracia de Dios que ocurren hoy a mi alrededor, o tiendo a ver el mundo solo con una mirada secular?
Oración
Señor, Dios fiel, te damos gracias e invocamos tu Nombre. Ayúdanos a recordar siempre las maravillas que has obrado, tus portentos y tus juicios. Gracias porque te acuerdas eternamente de tu alianza, sellada con nuestros padres en la fe y cumplida en Jesucristo. Danos la fe para ver tu mano providente en nuestra historia, y la confianza para saber que, ante toda opresión, Tú envías a tus siervos para realizar signos de liberación y salvarnos. Amén.