"Apariciones del Resucitado y la Dificultad de Creer"
«[9] Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. [10] Ella fue a anunciarlo a los que habían sido compañeros de Jesús y que estaban tristes y llorando. [11] Pero ellos, al oír que Jesús vivía y que lo había visto, no le creyeron. [12] Después, Jesús se apareció con otro aspecto a dos de ellos, que iban caminando hacia un poblado. [13] Y ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero tampoco les creyeron. [14] En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído a los que lo habían visto resucitado. [15] Y les dijo: «Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.»
Contexto
Estos versículos forman parte de lo que se conoce como el "final largo" del Evangelio de Marcos. Los manuscritos más antiguos y considerados más fiables de Marcos terminan en 16,8, con las mujeres huyendo del sepulcro vacío llenas de miedo y sin decir nada a nadie. Los versículos 9-20 parecen ser un añadido posterior, probablemente del siglo II, que busca resumir las apariciones de Jesús resucitado (narradas en otros evangelios) y proporcionar una conclusión más completa y un mandato misionero claro. Este pasaje, por tanto, recoge de forma condensada la aparición a María Magdalena (cf. Juan 20), a los discípulos de Emaús (cf. Lucas 24) y a los Once apóstoles (cf. Lucas 24; Juan 20).
Tema Central
El tema central es la realidad de la Resurrección de Jesús y la persistente dificultad de los discípulos para creer en ella, incluso ante el testimonio de testigos fiables. Se subraya la incredulidad y la "dureza de corazón" como obstáculos. Sin embargo, a pesar de esta debilidad humana, Jesús se les aparece directamente, les reprocha su falta de fe, y aun así, les confía la misión universal de anunciar la Buena Noticia a todo el mundo.
Aplicación a nuestra actualidad
Este texto nos interpela sobre nuestra propia fe. ¿Cuántas veces somos como los discípulos? Escuchamos testimonios de la acción de Dios en la vida de otros, o incluso tenemos nuestras propias experiencias, pero nos cuesta creer del todo, nos resistimos, dudamos. La "dureza de corazón" no es solo terquedad, puede ser miedo, autosuficiencia, tristeza que nos ciega, o simplemente la dificultad de aceptar algo tan extraordinario como la presencia viva de Dios actuando hoy. Jesús no ignora esta dificultad, la señala ("les reprochó"), pero no para condenar, sino para despertar. Nos invita a examinar qué endurece nuestro corazón y nos impide acoger plenamente la Buena Noticia de que Él vive y actúa.
Es significativo que la primera aparición sea a María Magdalena, una mujer de la que había expulsado demonios, mostrando que Dios elige a menudo a los considerados débiles o con un pasado difícil para ser sus primeros testigos. ¿Estamos abiertos a reconocer la voz de Dios a través de canales inesperados? Y lo más esperanzador: a pesar de nuestra incredulidad y dureza, Jesús no nos descarta. Nos sigue llamando y enviando: "Vayan por todo el mundo". Nuestra misión no se basa en nuestra perfección, sino en su gracia y en la verdad de su Resurrección. ¿Qué sentimientos me provoca ver la dificultad de creer de los discípulos? ¿Me identifico? ¿Y qué siento al ver que Jesús, aun así, los envía?
Preguntas para la reflexión
¿En qué momentos o situaciones de mi vida me cuesta creer en la presencia activa de Dios o en el testimonio de fe de otras personas? ¿Qué sentimientos acompañan esa incredulidad (duda, miedo, indiferencia, tristeza)?
¿Puedo identificar alguna "dureza" en mi propio corazón que me impida acoger más plenamente la alegría y la fuerza de la Resurrección en mi día a día? ¿De dónde creo que viene esa dureza?
¿Cómo reacciono cuando siento que Dios me habla o actúa a través de personas o situaciones que no esperaba o que quizás menosprecio?
Sabiendo que Jesús nos envía a pesar de nuestras debilidades y dudas, ¿cómo me anima esto a compartir la "Buena Noticia" en mi propio "mundo" (familia, trabajo, amigos) de una manera sencilla y auténtica?
Oración
Señor Jesús Resucitado, que te apareciste pacientemente a tus discípulos a pesar de su incredulidad y dureza de corazón. Te pido que tengas paciencia también conmigo. Ayúdame a superar mis dudas, a ablandar mi corazón para reconocerte vivo y presente en mi vida y en el mundo. No permitas que mi debilidad me paralice. Confírmame en la fe y dame la valentía para aceptar tu envío, anunciando tu Buena Noticia con mis palabras y mis obras, allí donde Tú me necesites. Amén.