Mateo 10,7-15
"La Misión de los Discípulos: Dar Gratis lo Recibido y Confiar en la Providencia"
“7 Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. 8 Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. 9 No lleven encima oro ni plata, ni monedas, 10 ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento. 11 Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona que los reciba y permanezcan en su casa hasta que se vayan. 12 Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. 13 Si esa casa es digna, que la paz de ustedes descienda sobre ella; pero si es indigna, que la paz vuelva a ustedes. 14 Y si no los reciben ni quieren escuchar sus palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudan hasta el polvo de sus pies. 15 Les aseguro que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que esa ciudad.”
Contexto
Este pasaje forma parte del "Discurso de la Misión" en el Evangelio de Mateo (capítulo 10), donde Jesús da instrucciones detalladas a los Doce Apóstoles antes de enviarlos en su primera misión. Justo antes, los ha llamado y les ha dado el contenido central de su proclamación: "El Reino de los Cielos está cerca". Ahora, Jesús detalla la naturaleza de su misión, el estilo de vida que deben adoptar y cómo deben reaccionar ante la acogida o el rechazo.
Tema Central
El tema central son las instrucciones prácticas para la misión apostólica. Esta misión debe estar marcada por: 1) Obras de poder y misericordia que manifiestan la llegada del Reino (curar, resucitar, etc.). 2) Gratuidad absoluta, reflejando la gratuidad de la gracia de Dios ("han recibido gratuitamente, den también gratuitamente"). 3) Desprendimiento radical de las seguridades materiales y confianza total en la providencia divina y la hospitalidad de la gente. 4) Un comportamiento pacífico y respetuoso, pero también una advertencia solemne para aquellos que rechacen el mensaje.
Aplicación a nuestra actualidad
Las instrucciones de Jesús a los Doce, aunque adaptadas a un contexto específico, contienen principios perennes para la misión y la vida cristiana hoy:
El Evangelio en Obras y Palabras: La proclamación del Reino ("Por el camino, proclamen...") va de la mano de las obras de misericordia ("Curen a los enfermos, resuciten a los muertos..."). Nuestro testimonio cristiano debe ser integral, combinando el anuncio de la Buena Noticia con acciones concretas de amor, sanación y liberación que hagan visible el poder del Reino.
La Gratuidad del Servicio: "Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente". Todo lo que tenemos y somos (la fe, la vida, los dones) es un don gratuito de Dios. Por tanto, nuestro servicio a Dios y a los demás no puede estar motivado por el afán de lucro, el reconocimiento o el beneficio personal. Es una llamada a la generosidad desinteresada, a dar sin esperar nada a cambio.
Libertad y Confianza Radical: "No lleven encima oro ni plata... ni alforja...". Jesús pide a sus misioneros una libertad radical de los apegos materiales y una confianza total en la providencia de Dios. Esta pobreza y desprendimiento no solo los hace más ágiles para la misión, sino que es un testimonio en sí mismo: su seguridad no está en las cosas, sino en Dios. ¿En qué seguridades materiales confío yo, que me impiden ser más libre y disponible para Dios?
Portadores de Paz: "Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella". El discípulo de Jesús es, ante todo, un mensajero de paz, del "shalom" de Dios, que es plenitud y bienestar. Debemos ser personas que llevan un ambiente de paz a nuestros hogares, lugares de trabajo y comunidades.
Libertad ante el Rechazo: "Si no los reciben... sacudan hasta el polvo de sus pies". Este gesto no es de maldición, sino un testimonio solemne que indica que los misioneros han cumplido su parte y que la responsabilidad ahora recae en quienes han rechazado el mensaje. Para nosotros, es un llamado a la libertad interior: debemos proponer el Evangelio, no imponerlo. Y si es rechazado, no debemos frustrarnos o desanimarnos, sino "sacudir el polvo" y seguir adelante, dejando el juicio en manos de Dios.
La Seriedad de la Decisión: La advertencia final sobre Sodoma y Gomorra subraya la gravedad de rechazar el mensaje del Reino. Escuchar la Buena Noticia no es algo trivial; es una llamada a una decisión que tiene consecuencias eternas.
Este pasaje es una llamada a vivir nuestra vocación cristiana con un espíritu de gratuidad, desprendimiento y confianza, siendo portadores de la paz y de las obras del Reino, y con una gran libertad interior tanto para dar como para afrontar el rechazo, sabiendo que la misión es de Dios.
Preguntas para la reflexión
¿De qué manera puedo yo hoy combinar el anuncio del Evangelio con obras concretas de sanación y liberación en mi entorno?
¿Vivo mi fe y mi servicio a los demás con un espíritu de gratuidad, o a veces busco beneficios o reconocimientos personales?
¿Qué "equipaje" (apegos, seguridades materiales, miedos) necesito dejar para poder seguir a Jesús con mayor libertad y confianza en la providencia?
¿Soy yo una persona que lleva la "paz" de Cristo a los lugares y a las personas con las que interactúo?
¿Cómo manejo el rechazo o la indiferencia hacia mi fe o mis valores? ¿Me desanimo, me enfado, o soy capaz de "sacudir el polvo" y seguir adelante, dejando el juicio a Dios?
Oración
Señor Jesús, que enviaste a tus apóstoles a proclamar el Reino con poder y desprendimiento, ayúdanos a ser también nosotros testigos fieles de tu Evangelio. Que lo que hemos recibido gratuitamente de Ti, lo demos también gratuitamente. Danos un corazón libre de apegos para confiar plenamente en tu providencia, y concédenos ser portadores de tu paz. Enséñanos a perseverar en la misión con libertad, incluso ante el rechazo, sabiendo que la obra es tuya. Amén.