Los textos de hoy nos confrontan con la experiencia del justo perseguido y la dificultad de discernir la verdad en medio de opiniones divididas, invitándonos a confiar en la justicia divina y a mantenernos firmes en nuestra fe, aunque enfrentemos oposición e incomprensión.
En el libro de Jeremías, el profeta experimenta en carne propia la traición y la conspiración de aquellos que deberían ser sus vecinos. Le revelan en secreto sus planes para silenciarlo, para que no siga proclamando la palabra de Dios que los confronta. Jeremías, consciente de la maldad que se trama en su contra, clama a Dios, confiando en su justicia y pidiéndole que vea su causa. Él sabe que su mensaje no es suyo, sino de Dios, y por eso se encomienda a Aquel que juzga con rectitud los corazones y las intenciones. Esta experiencia de Jeremías nos recuerda que ser fiel a la verdad y a la misión encomendada a menudo conlleva oposición y sufrimiento. En nuestra vida, ¿cómo reaccionamos cuando enfrentamos la hostilidad por defender lo que creemos justo? ¿Buscamos refugio en la oración y confiamos en la justicia de Dios?
El salmo 7 es una súplica de protección ante los perseguidores. El salmista clama a Dios, su refugio, pidiéndole que lo libre de quienes lo acosan. Afirma su inocencia y pide a Dios que juzgue según la justicia y la rectitud. Expresa su confianza en que Dios pondrá fin a la maldad de los impíos y fortalecerá al justo. Este salmo nos ofrece palabras para expresar nuestro clamor cuando nos sentimos injustamente atacados y nos anima a confiar en que Dios es un juez justo que defiende a los inocentes. En los momentos de angustia y persecución, ¿acudimos a Dios como nuestro refugio y fortaleza? ¿Confiamos en su justicia para defendernos?
El Evangelio de Juan nos muestra la reacción dividida de la multitud al escuchar las palabras de Jesús durante la fiesta. Algunos creen que es el Profeta o el Mesías, mientras que otros dudan, aferrándose a sus prejuicios sobre su origen. La discusión se intensifica y los guardias enviados por los sumos sacerdotes y los fariseos no se atreven a arrestarlo, impactados por su enseñanza. Incluso Nicodemo, miembro del Sanedrín que había hablado con Jesús anteriormente, cuestiona la legalidad de condenar a alguien sin antes escucharlo y conocer sus hechos. Este pasaje refleja la dificultad de discernir la verdad cuando hay opiniones preconcebidas y falta de apertura al diálogo y a la evidencia. Nos muestra cómo la figura de Jesús provoca una decisión en las personas, revelando sus corazones y sus posturas ante lo divino. En nuestra vida, ¿cómo nos acercamos a las verdades que nos desafían? ¿Estamos abiertos a escuchar diferentes perspectivas y a cuestionar nuestras propias convicciones? ¿Qué criterios utilizamos para discernir la verdad sobre Jesús y su mensaje?
Estos tres textos nos invitan a reflexionar sobre la realidad de la oposición al justo y la dificultad de abrazar la verdad cuando esta desafía nuestras expectativas o las opiniones dominantes. Nos animan a confiar en la justicia de Dios, que ve en lo secreto y defiende a quienes son fieles a su llamado, incluso en medio de la adversidad. También nos desafían a examinar nuestra propia apertura a la verdad y a preguntarnos cómo reaccionamos ante aquellos que nos presentan una perspectiva diferente o que nos confrontan con la palabra de Dios.
Para seguir profundizando en este mensaje, te propongo las siguientes preguntas:
¿En qué situaciones he sentido que mi verdad o mi integridad eran amenazadas o atacadas? ¿Cómo he reaccionado y qué he aprendido de esas experiencias?
¿Cómo vivo mi confianza en la justicia de Dios cuando veo que la maldad parece triunfar o que la verdad es ignorada? ¿Qué recursos encuentro en la oración y en la fe para mantener la esperanza?
¿Soy consciente de mis propios prejuicios y de cómo podrían estar influyendo en mi capacidad para reconocer la verdad, especialmente en relación con la fe y con las personas que piensan diferente a mí?
¿Qué significa para mí ser un testigo fiel de la verdad en mi vida cotidiana, incluso cuando eso pueda generar incomprensión o incluso oposición?