"Restaurando el Círculo de los Doce Testigos"
“15 Uno de esos días, Pedro se puso de pie en medio de los hermanos –los que estaban reunidos eran alrededor de ciento veinte personas– y dijo: 16 «Hermanos, era necesario que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, había anunciado de antemano acerca de Judas, el que fue guía de los que arrestaron a Jesús. 17 Él era uno de los nuestros y había recibido su parte en nuestro ministerio... 20 Porque está escrito en el libro de los Salmos: Que su casa quede desierta y nadie la habite. Y también: Que otro ocupe su cargo. 21 Es necesario que uno de los hombres que nos acompañaron todo el tiempo que el Señor Jesús estuvo entre nosotros, 22 desde el bautismo de Juan hasta el día en que fue llevado de entre nosotros al cielo, sea constituido junto con nosotros testigo de su resurrección». 23 Se propusieron dos: José, llamado Barsabás, de sobrenombre Justo, y Matías. 24 Y oraron así: «Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de los dos has elegido 25 para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que le correspondía». 26 Echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías, que fue agregado a los once Apóstoles.”
Contexto
Este episodio ocurre en Jerusalén, en el tiempo que transcurre entre la Ascensión de Jesús al cielo y la venida del Espíritu Santo en Pentecostés. La comunidad de los primeros discípulos, unas ciento veinte personas, está reunida, y Pedro toma la iniciativa. La traición y muerte de Judas Iscariote había dejado un vacío en el grupo de los Doce apóstoles, un número simbólico que representaba a las doce tribus de Israel y, por tanto, al nuevo Pueblo de Dios. Era importante restaurar este número antes de que el Espíritu Santo descendiera y la misión de la Iglesia comenzara formalmente.
Tema Central
El tema central es la necesidad y el proceso de discernimiento comunitario para elegir a un sucesor de Judas, restaurando así la integridad del colegio apostólico de los Doce. Esta elección busca asegurar que haya un testigo cualificado de toda la vida pública de Jesús, especialmente de su resurrección, para que la misión fundamental de dar testimonio pueda continuar con plenitud. Se destaca la oración y la confianza en la guía divina para tomar esta importante decisión.
Aplicación a nuestra actualidad
Este pasaje nos muestra cómo la primera comunidad cristiana enfrentó una crisis y una necesidad. No se quedaron paralizados por la traición o la pérdida, sino que, guiados por Pedro, buscaron activamente la voluntad de Dios para seguir adelante. Los criterios para el nuevo apóstol eran claros: debía ser alguien que hubiera "caminado" con Jesús desde el principio, alguien que conociera de primera mano su vida y enseñanzas, y sobre todo, que pudiera ser testigo de su resurrección.
Hoy, en nuestras comunidades, familias o grupos, también enfrentamos "vacíos" o necesitamos tomar decisiones importantes. Este texto nos invita a:
Reconocer la necesidad: No ignorar los problemas o las ausencias.
Buscar criterios sólidos: No elegir por amiguismo o conveniencia, sino buscando personas con una trayectoria de vida coherente con la misión. ¿Quiénes han "caminado con Jesús" en nuestra comunidad?
Orar y discernir juntos: La decisión no fue solo de Pedro; propusieron candidatos y toda la comunidad oró intensamente, pidiendo a Dios que mostrara su elección, reconociendo que Él conoce los corazones. ¿Cómo hacemos espacio para la oración y la escucha atenta de Dios antes de tomar decisiones importantes?
Confiar en la guía divina: El uso de "echar suertes", aunque hoy nos parezca extraño, era una forma de dejar la última palabra a Dios en situaciones donde las opciones humanas parecían igualmente válidas. Hoy, buscamos discernir la moción del Espíritu a través de la oración, el consejo y los signos.
La elección de Matías nos recuerda que Dios sigue llamando y capacitando a personas para su servicio, y que la comunidad tiene un papel fundamental en reconocer y acompañar esas llamadas.
Preguntas para la reflexión
Cuando en nuestra comunidad o grupo necesitamos tomar una decisión importante o elegir a alguien para una responsabilidad, ¿cómo es nuestro proceso de discernimiento? ¿Damos espacio suficiente a la oración y a la escucha comunitaria?
¿Qué criterios consideramos más importantes al pensar en personas para liderar o servir en la Iglesia hoy, inspirándonos en los criterios que usaron los apóstoles (como el haber "caminado con Jesús" y ser testigo de su obra)?
¿Cómo me siento llamado/a yo a ser testigo de la resurrección de Jesús en mi ambiente cotidiano, con mis propias experiencias y dones, aunque no tenga un "cargo" oficial?
Ante las "ausencias" o "vacíos" que se producen en la misión de la Iglesia o en nuestros grupos, ¿cómo podemos, como comunidad, responder con responsabilidad y confianza en la guía de Dios para encontrar a las personas adecuadas y asegurar que el testimonio continúe?
Oración
Espíritu Santo, que guiaste a la primera comunidad en la elección de Matías para completar el colegio de los Apóstoles, ilumínanos también a nosotros en nuestros propios discernimientos. Danos sabiduría para reconocer tu voluntad cuando necesitamos tomar decisiones importantes en nuestras familias, comunidades y en la Iglesia. Ayúdanos a identificar y valorar a aquellos que han caminado fielmente con el Señor Jesús y pueden ser auténticos testigos de su amor y su resurrección. Que, como Matías, todos nos sintamos llamados y fortalecidos por Ti para desempeñar con generosidad el ministerio que nos confías, para la edificación de tu Cuerpo. Amén.