"El Anuncio de la Resurrección: Cumplimiento y Buena Noticia"
“26 Hermanos, descendientes de Abraham y todos los que temen a Dios: a ustedes se nos ha enviado este mensaje de salvación. 27 En efecto, los habitantes de Jerusalén y sus jefes no reconocieron a Jesús ni comprendieron las palabras de los profetas que se leen cada sábado, pero las cumplieron al condenarlo. 28 Aunque no encontraron en él nada que mereciera la muerte, pidieron a Pilato que lo hiciera morir. 29 Después de cumplir todo lo que estaba escrito acerca de él, lo bajaron del madero y lo depositaron en un sepulcro. 30 Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. 31 Durante muchos días, él se apareció a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos delante del pueblo. 32 Nosotros les anunciamos la Buena Noticia de que la promesa hecha a nuestros padres 33 ha sido cumplida por Dios en favor de sus hijos, que somos nosotros, al resucitar a Jesús, como está escrito en el salmo segundo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.”
Contexto
Este pasaje es la continuación directa del discurso de Pablo en la sinagoga de Antioquía de Pisidia, que comenzamos a analizar en la sección anterior (Hechos 13,13-25). Habiendo establecido cómo la historia de Israel y las promesas de Dios conducían a Jesús, Pablo ahora se centra en el evento crucial de la muerte y, sobre todo, la resurrección de Jesús. Este es el núcleo del mensaje cristiano (el kerigma) que los apóstoles predicaban. Se dirige a sus oyentes, tanto judíos ("descendientes de Abraham") como gentiles temerosos de Dios, presentándoles la resurrección como el cumplimiento definitivo de las promesas divinas.
Tema Central
El tema central es la proclamación de la resurrección de Jesús como el acto poderoso de Dios que cumple las promesas hechas a los antepasados de Israel. Pablo enfatiza que, aunque Jesús fue rechazado y condenado injustamente, cumpliendo así las Escrituras, Dios lo levantó de entre los muertos. Esta resurrección es la "Buena Noticia" que los apóstoles, como testigos oculares, anuncian, ofreciendo la salvación a quienes la acogen.
Aplicación a nuestra actualidad
Este texto nos lleva al corazón mismo de nuestra fe: la resurrección de Jesús. Pablo nos recuerda que este no es un evento aislado o una simple creencia, sino el cumplimiento de un plan divino de salvación que se extiende a través de la historia. Aunque la humanidad, representada por los líderes de Jerusalén, rechazó y condenó a Jesús, el poder de Dios triunfó sobre la muerte. Esto nos llena de esperanza: incluso cuando parece que el mal, la injusticia o la muerte tienen la última palabra en nuestras vidas o en el mundo, Dios tiene un poder mayor, un poder de vida nueva.
El anuncio de la resurrección es una "Buena Noticia" porque significa que la muerte no es el final, que el pecado puede ser perdonado, y que una nueva vida en comunión con Dios es posible. Nosotros, como los primeros discípulos, somos llamados a ser testigos de esta realidad. Ser testigo no significa solo haber visto algo en el pasado, sino vivir de tal manera que la vida, la esperanza y el amor de Jesús resucitado se manifiesten a través de nosotros. Es preguntarnos: ¿cómo impacta en mis decisiones, en mis relaciones, en mi forma de enfrentar las dificultades, el hecho de que Cristo ha resucitado y vive? La resurrección nos invita a vivir como "hijos de la promesa cumplida", con una alegría y una confianza que brotan de saber que Dios es fiel y que su amor es más fuerte que la muerte.
Preguntas para la reflexión
¿De qué manera experimento la resurrección de Jesús como una "Buena Noticia" personal en mi vida hoy? ¿Qué cambios concretos trae a mi forma de vivir?
Aunque no fui testigo ocular de las apariciones de Jesús, ¿cómo puedo ser hoy un "testigo" creíble de su resurrección en mi entorno?
¿En qué situaciones de mi vida o del mundo actual necesito recordar con más fuerza que Dios tiene el poder de "resucitar", de traer vida donde hay muerte, esperanza donde hay desesperación?
Pablo dice que los jefes "no reconocieron a Jesús ni comprendieron las palabras de los profetas". ¿Cómo puedo yo hoy crecer en el conocimiento y comprensión de Jesús y de la Palabra de Dios para no caer en la ceguera o la indiferencia?
Oración
Señor Jesús, te alabamos y te bendecimos porque por tu santa resurrección has dado vida al mundo y has cumplido la promesa de salvación hecha por el Padre. Gracias porque, aunque la oscuridad y la muerte parecieron triunfar, el poder de Dios te levantó, trayendo esperanza a todos nosotros. Danos la gracia de ser testigos valientes y alegres de tu resurrección, viviendo cada día como hijos e hijas de la promesa cumplida, y llevando esta Buena Noticia a todos los que nos rodean, para que todos puedan experimentar la vida nueva que Tú ofreces. Amén.