"La Esperanza no defrauda"
Basado en la bula de convocación del jubileo 2025 se ofrece este espacio que puede desarrollarse en forma personal o comunitaria. se sugiere iniciar cada reflexión con un momento de oración inicial, de quietud, silencio percibiendo su presencia, abriéndonos a que nos motive e inspire para que este texto nos ayude a tener una mirada esperanzada del futuro en nuestra vida.
El texto original de la bula papal la puedes bajar aquí
Inspirados en la carta de San Pablo a los Romanos, la esperanza nace del amor de Dios que brota del Corazón de Jesús.
Nuestra esperanza es que nada ni nadie podrá separarnos nunca del amor de Dios.
Se analiza como podemos gloriarnos de las tribulaciones que producen paciencia, las que a su vez nos fortalece para la prueba, y esta nos lleva a la esperanza
Se recorren las razones de nuestra esperanza:
Las Indulgencias
1.¿Qué son?
Las indulgencias son como un "regalo espiritual" que la Iglesia ofrece, ayudando a sanar las marcas que el pecado ha dejado en nuestra vida o en nuestra relación con Dios y los demás.
2.En el Año Jubilar
Durante este tiempo especial, como el Año Santo, la Iglesia promueve indulgencias plenarias, que perdonan completamente las consecuencias temporales del pecado. Esto está vinculado a ciertas acciones específicas, como:
1.Participar en la Eucaristía.
2.Confesarse y rezar por el Papa y sus intenciones.
3.Realizar obras de misericordia (como ayudar a los necesitados).
4.Peregrinar a lugares santos o atravesar una "Puerta Santa" designada.
3.¿Por qué son importantes?
Las indulgencias no son una "magia" ni sustituyen la confesión, sino que expresan la riqueza de la gracia de Dios y nuestra colaboración activa en la vida de fe, viviendo un auténtico arrepentimiento y un compromiso de renovación espiritual.
En resumen, las indulgencias son una manifestación del amor y la misericordia de Dios que, especialmente en un Año Jubilar, nos invitan a reconciliarnos profundamente con Él y con los demás.
¿Cómo obtener la indulgencia plenaria en el jubileo 2025?
Peregrinaciones: Participar en peregrinaciones a lugares sagrados designados, como las cuatro Basílicas Mayores en Roma (San Pedro, San Pablo Extramuros, San Juan de Letrán y Santa María la Mayor) u otros lugares jubilares designados por los obispos diocesanos, como catedrales o santuarios marianos.
Visitas devotas: Realizar una visita a lugares sagrados para llevar a cabo actos de adoración eucarística, meditación, rezo del Padrenuestro, la Profesión de Fe y oraciones marianas.
Actos de caridad: Visitar y ayudar a personas en necesidad (enfermos, ancianos, encarcelados, etc.) como un acto de peregrinación hacia Cristo en el prójimo.
Participación en actividades espirituales: Tomar parte en misiones populares, ejercicios espirituales o encuentros formativos basados en los textos del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica.