Salmo 82 (81), 3-4. 6-7
"Defender al Débil: La Llamada a la Justicia Divina"
3 Protejan al débil y al huérfano, hagan justicia al pobre y al desvalido. 4 Libren al oprimido y al indigente, arránquenlos de las manos de los impíos. 6 Yo lo he dicho: "Ustedes son dioses, todos ustedes son hijos del Altísimo". 7 Pero morirán como cualquier hombre, caerán como uno de los príncipes.
Contexto
El Salmo 82 es un salmo sapiencial y profético que presenta una escena dramática de un "juicio divino". Dios se levanta en la asamblea de los dioses (que en la interpretación bíblica puede referirse a otros seres celestiales o, más comúnmente en la tradición profética, a los gobernantes y jueces humanos que ejercen un poder "divino" en la tierra). Dios reprende a estos "jueces" por su injusticia y su parcialidad. El pasaje que hemos seleccionado enfatiza la responsabilidad primordial que tienen aquellos en autoridad de defender a los más vulnerables y les advierte sobre las consecuencias de no hacerlo, recordándoles que, a pesar de su poder, son mortales y serán juzgados.
Tema Central
El tema central es la llamada urgente de Dios a quienes tienen autoridad (jueces, gobernantes) para que actúen con justicia, protegiendo y liberando a los oprimidos, a los pobres y a los indefensos. Subraya la responsabilidad inherente al poder y la mortalidad de los que lo ejercen, advirtiendo que, aunque se les considere "dioses", serán juzgados por su administración de la justicia divina.
Aplicación a nuestra actualidad
Este salmo es una poderosa denuncia contra la injusticia y un llamado de atención para cualquier persona o institución que detente algún tipo de poder. En nuestra sociedad, donde persisten desigualdades, sistemas que oprimen y voces que no son escuchadas, este texto resuena con fuerza. Nos recuerda que el verdadero propósito del poder no es el engrandecimiento personal, sino el servicio y la protección de los más vulnerables.
La frase "Protejan al débil y al huérfano, hagan justicia al pobre y al desvalido" es un mandato directo y una guía ética para todas las esferas de la vida. No se refiere solo a los jueces de un tribunal, sino a cualquiera de nosotros que tiene la capacidad de influir o de actuar en favor de alguien más débil. Desde los líderes políticos y económicos hasta los que tienen autoridad en una familia, una empresa o una comunidad.
La advertencia de que "morirán como cualquier hombre" es un recordatorio de nuestra mortalidad y de que el poder es transitorio. Nos obliga a mirar más allá del beneficio inmediato y a pensar en el legado de justicia o injusticia que dejaremos. Nos llama a una introspección: ¿estoy usando el poder o la influencia que tengo (por pequeña que sea) para proteger a los más vulnerables, o para mis propios intereses? Es una invitación a ser agentes de la justicia de Dios en el mundo.
Preguntas para la reflexión
¿Cómo se manifiesta en mi entorno la injusticia hacia el "débil, el huérfano, el pobre o el desvalido"?
¿De qué manera puedo usar la influencia o los recursos que tengo para "proteger" o "liberar" a alguien que está oprimido?
¿Qué implica para mí la frase "ustedes son dioses" en el contexto de mi responsabilidad con los demás y luego "morirán como cualquier hombre"?
¿Cómo puedo apoyar o promover iniciativas que busquen hacer justicia a los que no tienen voz en nuestra sociedad?
Oración
Dios justo y defensor de los oprimidos, te pedimos que inspires a quienes tienen poder en este mundo a proteger al débil y al huérfano, a hacer justicia al pobre y al desvalido. Que sus corazones se inclinen hacia la misericordia y la equidad, y que actúen siempre recordando que su poder viene de ti y que un día rendirán cuentas. Y a nosotros, Señor, concédenos la valentía para ser instrumentos de tu justicia en nuestro entorno. Amén.