Sabiduría 13, 1-9
"La Creación Habla de su Creador"
1 Son, en efecto, vanos por naturaleza todos los hombres que ignoran a Dios y no fueron capaces de conocer al que es, a partir de las cosas buenas que se ven, ni de reconocer al Artífice examinando sus obras; 2 sino que consideraron dioses al fuego, al viento, al aire sutil, a la órbita de los astros, al agua impetuosa y a los luceros del cielo, regidores del mundo. 3 Si, cautivados por su belleza, los tomaron por dioses, debieron haber conocido cuánto más excelente es el Señor de ellos, ya que el autor mismo de la belleza es quien los creó. 4 Y si se admiraron de su poder y actividad, debieron deducir de ellos cuánto más poderoso es aquel que los hizo; 5 porque de la grandeza y de la belleza de las criaturas se llega por analogía a conocer a su Autor. 6 Sin embargo, a estos se les puede reprochar menos, ya que tal vez se extravían buscando a Dios y queriendo encontrarlo. 7 En efecto, al vivir entre sus obras, se afanan por conocerlas y se dejan seducir por la apariencia de lo que ven, porque es grande la belleza de las cosas contempladas. 8 Pero ni aun así son excusables. 9 Porque si fueron capaces de adquirir tanto conocimiento como para poder explorar el universo, ¿cómo no encontraron más fácilmente al Señor de todo esto?
Contexto
Este pasaje se encuentra en una sección del Libro de la Sabiduría donde el autor critica la idolatría y la ceguera espiritual de aquellos que, teniendo la revelación de Dios en la creación, no logran ascender a su Creador. Es una reflexión sobre la teología natural: la capacidad de la razón humana para reconocer la existencia de Dios a través de la observación y el estudio del mundo creado. El autor argumenta que la magnificencia y el orden del universo son suficientes para llevar a la mente humana a reconocer un Diseñador y Creador supremo, y que la idolatría de elementos naturales (fuego, viento, astros) es una forma de error que no tiene justificación plena.
Tema Central
El tema central es la capacidad inherente de la creación para revelar a su Creador. Se critica a aquellos que, a pesar de poder observar la grandeza, belleza y poder del universo, se detienen en la adoración de las criaturas en lugar de ascender al Dios que las hizo, considerándolos inexcusables por no haber reconocido al Artífice de todo.
Aplicación a nuestra actualidad
En un mundo donde la ciencia y la tecnología nos han permitido explorar el universo con una profundidad nunca antes vista, este pasaje es una invitación a la asombro y a la trascendencia. A veces, podemos caer en la trampa de admirar la creación (la naturaleza, el arte, la belleza en general) sin ir más allá, sin reconocer al "Artífice" que está detrás de todo. Nos podemos maravillar con un atardecer, con la inmensidad del cosmos o con la complejidad de la vida, pero ¿reconocemos la mano de un Creador?
El texto nos desafía a no detenernos solo en la "apariencia de lo que ven", sino a permitir que la grandeza y la belleza de las criaturas nos "lleven por analogía a conocer a su Autor". Nos invita a una espiritualidad que encuentra a Dios no solo en lo sagrado, sino en lo secular, en cada detalle de la creación. Nos confronta con nuestra propia "ceguera" o "vanidad" si, a pesar de nuestro conocimiento y nuestra capacidad de explorar el universo, no somos capaces de encontrar a su Señor.
Es un llamado a la humildad intelectual y espiritual, a reconocer que la razón, por sí sola, puede llevarnos hasta cierto punto, pero es la apertura del corazón la que nos permite conocer verdaderamente al Creador. Nos anima a mirar el mundo con ojos de fe, descubriendo en cada criatura una huella, un signo, un camino hacia Aquel que es el origen de todo bien, toda belleza y todo poder.
Preguntas para la reflexión
¿Cómo he experimentado la belleza o el poder de la creación que me ha llevado a reflexionar sobre un Creador?
¿Me detengo solo en admirar la creación, o permito que me guíe hacia un conocimiento más profundo de Dios?
¿De qué manera puedo cultivar un mayor asombro y gratitud por el mundo que me rodea como un camino para encontrar a Dios?
Siendo capaces de "adquirir tanto conocimiento como para poder explorar el universo", ¿qué me impide a veces "encontrar más fácilmente al Señor de todo esto"?
Oración
Dios Creador del universo, te damos gracias por la grandeza y la belleza de tus obras, que nos hablan de tu poder y tu sabiduría. Abre nuestros ojos y nuestro corazón para que, al contemplar la creación, podamos reconocer tu presencia y tu amor. Que no nos detengamos en lo creado, sino que ascendamos a ti, el Artífice de todo, y que nuestra vida sea una continua alabanza a tu Majestad. Amén.