Salmo 105 (104), 2-3. 36-37. 42-43
"Recordar las Maravillas de Dios y su Fidelidad Eterna"
2 Canten para él, tóquenle himnos, mediten en todas sus maravillas. 3 ¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor! 36 Luego hirió a todos los primogénitos de su país, las primicias de toda su virilidad. 37 Y los hizo salir cargados de oro y plata, sin que hubiera enfermos en sus tribus. 42 Él se acordó de su santa palabra y de Abraham, su servidor. 43 Así hizo salir a su pueblo con júbilo, a sus elegidos con gritos de alegría.
Contexto
El Salmo 105 es un salmo histórico, que narra la historia de Israel desde Abraham hasta la entrada en la Tierra Prometida, con el propósito de alabar la fidelidad de Dios a su pacto y sus maravillosas obras. Es una invitación a recordar y proclamar las grandes acciones de Dios en la historia de su pueblo. Los versículos seleccionados se centran en la invitación a la alabanza, y luego en el punto culminante del Éxodo: la plaga de los primogénitos y la liberación de Israel con grandes riquezas, todo como cumplimiento de la "santa palabra" que Dios había prometido a Abraham.
Tema Central
El tema central es la invitación a alabar a Dios, recordar y meditar en sus maravillas, especialmente su fidelidad a la promesa hecha a Abraham. Se destaca la liberación poderosa y victoriosa de su pueblo Israel de Egipto, tras el juicio de los primogénitos, como un testimonio de su Palabra inquebrantable.
Aplicación a nuestra actualidad
En la vida ajetreada de hoy, a menudo nos olvidamos de detenernos y mirar hacia atrás para reconocer las intervenciones de Dios en nuestra propia historia y en la historia de la salvación. Este salmo es una poderosa invitación a la memoria agradecida: "Canten para él, tóquenle himnos, mediten en todas sus maravillas. ¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor!" Nos insta a no dar por sentadas las bendiciones y las liberaciones, sino a recordarlas activamente.
La narración del Éxodo, con la plaga de los primogénitos y la salida "cargados de oro y plata, sin que hubiera enfermos en sus tribus", nos recuerda la capacidad de Dios para revertir las situaciones más desesperadas y para cumplir sus promesas incluso en medio de la opresión. Nos llama a una confianza radical en su fidelidad. A veces, podemos sentirnos "esclavizados" por situaciones, miedos o rutinas, pero este salmo nos recuerda que Dios es el liberador, que se acuerda de su palabra y actúa con poder.
Nos anima a buscar el gozo en el Señor, un gozo que nace de la certeza de que Él es un Dios que cumple lo que promete. Como comunidad de fe y como individuos, estamos invitados a contar nuestras propias historias de liberación, de cómo Dios se ha acordado de su "santa palabra" en nuestras vidas, y cómo nos ha sacado "con júbilo" de nuestras propias "egiptos". Es un llamado a la esperanza, sabiendo que el mismo Dios que actuó poderosamente en el pasado, sigue actuando hoy.
Preguntas para la reflexión
¿Qué "maravillas" de Dios en mi vida personal o en la historia de mi comunidad puedo recordar y meditar para darle alabanza?
¿De qué manera he experimentado la fidelidad de Dios a sus promesas, incluso cuando las circunstancias parecían adversas?
¿Cómo me ayuda la narración del Éxodo a confiar en que Dios puede liberarme de las "opresiones" o dificultades de mi vida actual?
¿Qué significa para mí "gloriarme en su santo Nombre" y "alegrarme" en la búsqueda del Señor?
Oración
Dios de nuestras liberaciones y de eterna fidelidad, te cantamos himnos y meditamos en todas tus maravillas. Te damos gracias porque te acuerdas de tu santa palabra y nos haces salir con júbilo de nuestras angustias. Que nuestro corazón se gloríe siempre en tu Nombre y que la alegría de buscarte nos sostenga. Ayúdanos a recordar tus grandes obras y a confiar siempre en tu amor que cumple sus promesas. Amén.