1 Macabeos 7, 1. 20-31
"La Persecución Religiosa y la Fidelidad Martirial"
1 En el año ciento cincuenta y uno, Demetrio, hijo de Seleuco, salió de Roma y llegó con unos pocos hombres a una ciudad costera, donde se proclamó rey. 20 En aquellos días, Alcimo, que quería ser Sumo Sacerdote, se presentó al rey Demetrio y le llevó una corona de oro, una palma y además los acostumbrados ramos de olivo del Templo. 21 Él pronunció acusaciones contra los judíos, diciendo: "Los judíos que se llaman asideos, cuyo jefe es Judá Macabeo, alimentan la guerra y la sedición, y no dejan que el reino tenga paz. 22 Yo mismo, privado de la gloria de mis antepasados –quiero decir, del Sumo Sacerdocio–, he venido aquí 23 para defender, en primer lugar, los intereses del rey, y en segundo lugar, los de mis compatriotas, porque a causa de su irrazonable conducta, nuestra raza sufre no pequeñas calamidades. 24 Suplico, rey, que te informes de todo esto, y que envíes a alguien de confianza que pueda ver la devastación que han causado Judá y sus compañeros en todo el país, y cómo han castigado a los nuestros. 25 Si el rey los encuentra inofensivos, que sean tratados con benevolencia, pero si están actuando contra el reino, que los disperse y ponga fin a su violencia". 26 El rey eligió a Báquides, uno de sus amigos, el que gobernaba el territorio del Éufrates, un grande en el reino y fiel al rey. 27 Él lo envió con un ejército de hombres piadosos, con la misión de hacer un pacto con Judá y los judíos, pero luego de tomar prisioneros y matarlos. 28 Báquides llegó y envió mensajeros a Judá y a sus hermanos para hacer un engañoso pacto de paz. 29 Ellos, que sabían que venía con un ejército numeroso, no creyeron sus palabras. 30 Báquides, sin embargo, se acercó a Jerusalén. 31 Entonces los asideos, los primeros entre los hijos de Israel en buscar la paz, fueron a Báquides, esperando encontrar una solución equitativa.
Contexto
Este pasaje de 1 Macabeos se sitúa después de un período de victorias de los Macabeos, que habían logrado purificar el Templo y establecer cierta autonomía. Sin embargo, la situación política cambia con la llegada de Demetrio I al trono seléucida. La amenaza interna surge con Alcimo, un sacerdote helenizante que busca el sumo sacerdocio y acusa falsamente a Judá Macabeo y a los asideos (judíos piadosos y fieles a la Ley) ante el nuevo rey. Esto desencadena una nueva fase de persecución y engaño por parte de los seléucidas, que envían a Báquides con un ejército. El texto subraya la astucia del enemigo y la difícil situación de los judíos fieles que deseaban la paz pero eran traicionados.
Tema Central
El tema central es la renovación de la persecución y el engaño contra los judíos fieles (asideos y Macabeos) bajo el reinado de Demetrio I, incitada por un sacerdote helenizante, Alcimo. Se destaca la astucia y la traición del enemigo que, bajo pretexto de paz, busca destruir a los defensores de la Ley, poniendo a prueba la discernimiento y la fidelidad del pueblo.
Aplicación a nuestra actualidad
Este pasaje de 1 Macabeos nos ofrece una dura, pero realista, lección sobre la naturaleza de la persecución y el engaño, incluso en el ámbito religioso y político. A veces, las amenazas no vienen solo del exterior, sino que surgen "desde dentro" de la propia comunidad, como en el caso de Alcimo, que utiliza pretextos de "paz" y "bienestar nacional" para acusar y traicionar a los fieles. Esto nos desafía a ser vigilantes y a discernir las intenciones detrás de las palabras, especialmente cuando provienen de aquellos que buscan poder y beneficio personal.
La acusación de que los fieles "alimentan la guerra y la sedición" es una táctica antigua para desacreditar a quienes defienden la verdad y la justicia. En la actualidad, a veces, aquellos que viven según sus convicciones religiosas o éticas pueden ser tildados de "intolerantes", "divisionistas" o "extremistas". Este pasaje nos invita a mantenernos firmes en nuestra identidad, sin dejarnos intimidar por las falsas acusaciones, y a no ceder al engaño de aquellos que prometen una "solución equitativa" con la intención de destruirnos.
La actitud de los asideos, que "fueron a Báquides, esperando encontrar una solución equitativa", a pesar de la advertencia de Judá, es un recordatorio de que el deseo de paz puede ser explotado. Nos llama a una sabiduría que combina el deseo de paz con un discernimiento agudo y una firmeza en la fe. La historia nos enseña que la fidelidad a Dios a menudo implica una resistencia a las presiones externas e internas, y la necesidad de confiar en la providencia divina para protegernos del engaño y la traición.
Preguntas para la reflexión
¿Qué "Alcimos" o voces dentro o fuera de mi comunidad intentan engañarme o desviarme de mis convicciones, bajo pretextos de paz o bienestar?
¿Cómo puedo discernir las verdaderas intenciones de quienes me invitan a "hacer un pacto" que podría comprometer mi fidelidad a Dios?
¿Qué significa para mí "mantenerse firme" en mi fe y en la verdad, incluso cuando soy acusado falsamente o incomprendido?
¿Cómo puedo combinar el deseo de paz y reconciliación con la necesidad de discernimiento y firmeza en la defensa de mis valores más profundos?
Oración
Dios de la Verdad y la Fidelidad, te pedimos la gracia del discernimiento para reconocer el engaño y la fortaleza para resistir la persecución. Protege a tu pueblo de las acusaciones falsas y de las traiciones. Concédenos la sabiduría para buscar la paz con integridad, sin comprometer nuestra fe. Que tu Espíritu nos guíe para permanecer firmes en tu Alianza, confiando en tu protección en medio de las pruebas y los desafíos. Amén.