Colosenses 1, 12-20
"Cristo, Cabeza de la Creación y Reconciliador Universal"
12 Dando gracias con alegría al Padre, que los ha hecho dignos de participar de la herencia de los santos en la luz. 13 Él nos libró del poder de las tinieblas y nos introdujo en el Reino de su Hijo muy querido, 14 en quien tenemos la redención y el perdón de los pecados. 15 Él es la imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación, 16 porque en él fueron creadas todas las cosas, en el cielo y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él. 17 Él existe antes que todas las cosas y todo subsiste en él. 18 Él es también la Cabeza del Cuerpo, que es la Iglesia. Él es el Principio, el Primogénito de entre los muertos, para ser en todo el Primero. 19 Porque Dios quiso que en él residiera toda la Plenitud, 20 y por él reconciliar consigo todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en el cielo.
Contexto
La Carta a los Colosenses fue escrita por el apóstol Pablo, probablemente desde la prisión, a la comunidad cristiana de Colosas, en Asia Menor. El propósito de la carta es combatir ciertas herejías o falsas enseñanzas que estaban surgiendo en la comunidad, que minimizaban la centralidad de Cristo y enfatizaban la importancia de prácticas ascéticas, el culto a los ángeles y una supuesta "sabiduría" secreta. En este pasaje, conocido como el "Himno a Cristo", Pablo eleva la figura de Jesús a su verdadera dimensión cósmica, presentándolo como el Creador de todo, el sostén del universo, la Cabeza de la Iglesia, y el único mediador de la reconciliación universal.
Tema Central
El tema central es la primacía y la centralidad absoluta de Jesucristo en la creación y en la redención. Él es la "imagen del Dios invisible", el Creador de todo, el que sostiene el universo, la Cabeza de la Iglesia y el "Primogénito de entre los muertos". En Él reside toda la plenitud divina, y por medio de su cruz, Dios ha querido reconciliar y pacificar todas las cosas, tanto en la tierra como en el cielo.
Aplicación a nuestra actualidad
En un mundo que a menudo busca la verdad en muchas fuentes fragmentadas, o que relativiza la importancia de la fe, este "Himno a Cristo" en Colosenses es un ancla poderosa. Nos invita a una profunda acción de gracias al Padre que "nos libró del poder de las tinieblas y nos introdujo en el Reino de su Hijo muy querido". Es un recordatorio de la inmensa liberación que hemos recibido en Cristo, quien nos redimió y perdonó nuestros pecados.
La descripción de Jesús como el "Primogénito de toda la creación" y el Creador de "todas las cosas, en el cielo y en la tierra, las visibles y las invisibles", nos lleva a una visión cósmica de Cristo. No es solo una figura histórica, sino el origen y el fin de todo. En un tiempo de crisis ecológica y de búsqueda de sentido, esta verdad nos revela que en Cristo encontramos la coherencia y el propósito de la existencia. "Todo subsiste en él" es una afirmación de que Él es el fundamento de todo lo que es.
La afirmación de que "por él reconciliar consigo todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en el cielo" nos ofrece una visión de esperanza universal. En un mundo desgarrado por conflictos, divisiones y violencias, esta reconciliación cósmica en Cristo nos llama a ser constructores de paz en nuestro propio entorno, inspirados por el modelo de la cruz. Nos desafía a reconocer a Cristo como la "Cabeza del Cuerpo, que es la Iglesia", y a vivir nuestra fe de una manera que refleje su primacía en todo, buscando la unidad, la plenitud y la reconciliación que Él nos ofrece.
Preguntas para la reflexión
¿Cómo se manifiesta en mi vida la "redención y el perdón de los pecados" que tengo en Cristo?
¿De qué manera esta visión cósmica de Cristo como Creador y Sustentador de todo me ayuda a ver el mundo y mi propia existencia con un nuevo sentido?
¿Cómo puedo hacer que Cristo sea verdaderamente el "Primero" y la "Cabeza" en todas las áreas de mi vida, y no solo en un aspecto de ella?
¿Qué significa para mí que "Dios quiso que en él residiera toda la Plenitud", y cómo busco esa plenitud en Cristo y no en otras fuentes?
¿Cómo esta visión de la reconciliación universal en Cristo me inspira a ser un agente de paz y unidad en mi entorno?
Oración
Padre de nuestro Señor Jesucristo, te damos gracias con alegría porque nos has librado del poder de las tinieblas y nos has introducido en el Reino de tu Hijo muy querido. Que Él, la imagen del Dios invisible, el Creador y Sustentador de todo, sea el centro y la Cabeza de nuestra vida. Concede que en Él encontremos toda plenitud y que, por medio de su cruz, seamos instrumentos de reconciliación y paz en este mundo. Que todo lo que somos y hacemos sea para tu gloria. Amén.